Convención Preliminar de Paz

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Se denomina Convención Preliminar de Paz al resultado de las reuniones que celebraron representantes del Imperio del Brasil y de las Provincias Unidas del Río de la Plata entre el 11 y el 27 de agosto de 1828, en Río de Janeiro, por el cual se acordó la independencia del actual Uruguay respecto de los actuales Brasil y Argentina. Finalmente el 28 de agosto se firmaría el Tratado de Montevideo, ratificado el 4 de octubre de ese mismo año, y que daría definitivamente la independencia al Uruguay.

[editar] Finalidad

Tras el triunfo de las fuerzas argentinas en la llamada Guerra del Brasil, por presión diplomática conjunta del Reino Unido y el Brasil, el 20 de febrero de 1827, se abrieron las tratativas de paz, con la mediación de Gran Bretaña.

Lord John Ponsomby fue el enviado de Londres y propuso como solución la independencia total de la Provincia (medio de restablecer la paz en el Plata, que consolidaría el comercio inglés, y forma de impedir que fueran dos grandes estados -Brasil y Argentina- los que dominaran el gran estuario del río).

El diplomático convence a Argentina y Brasil para que no gasten dinero en una guerra por la Provincia Oriental.

Los verdaderos intereses del Imperio inglés se ven en una carta que envía Ponsomby a Londres: “Los intereses y la seguridad del comercio británico, serían grandemente aumentados en un Estado en que los gobernantes cultivaran una amistad por Inglaterra.
La Banda Oriental contiene la llave del Plata y de Sud América, debemos perpetuar una división geográfica de Estados que beneficie a Inglaterra. Por largo tiempo los orientales no tendrán marina y no tendrán la posibilidad de impedir el comercio inglés”.

[editar] Análisis de sus principales artículos

[editar] Forma de declaración de la independencia

En los artículos primero y segundo, se declara la independencia de la Provincia Oriental, del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve o de su inmediato sucesor, el Imperio del Brasil y de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Esta fórmula de compromiso entrañaba un tamaño error y una profunda injusticia histórica al hacer aparecer la independencia oriental como una concesión graciosa de las potencias, ya que la independencia oriental fue un largo proceso, que nació en el Montevideo colonial, adquirió un carácter provincial bajo la inspiración de Artigas y que culminó con el desarrollo de la “Cruzada Libertadora”, en 1825. Es decir que la libertad fue dada al pueblo oriental sin tener en cuenta la voluntad del mismo y en contradicción a lo que se había declarado el 25 de agosto de 1825, en la Ley de Unión.

[editar] Carácter de la independencia; definitiva o temporaria

El artículo 10º de la Convención establecía que si cinco años después de jurada la Constitución, la tranquilidad y seguridad fuese perturbada dentro de ella por la guerra civil, prestarán al Gobierno legal el auxilio necesario para mantenerlo y sostenerlo. Pasado ese plazo cesará toda la protección y la provincia quedará considerada en estado de perfecta y absoluta independencia. El derecho a intervenir en auxilio del “Gobierno legal” se establecía por las partes contratantes sin necesidad de pedido expreso por parte del nuevo Estado.

[editar] Control de la Constitución

El artículo 7º establece que los Representantes se ocuparán de formar la Constitución política de la Provincia y ésta antes de ser jurada, será examinada por Comisarios de los dos Gobiernos contratantes para el único fin de ver si en ella se contiene algún artículo que se opongan a la seguridad de los respectivos Estados.

[editar] Libre navegación

En un artículo adicional se aseguran las dos naciones (Argentina y Brasil) la navegación del Río de la Plata y de todos los otros que desaguan en él, por el tiempo de quince años.

[editar] Otros graves defectos

Los defectos que contenía la Convención Preliminar de Paz, comprometerían el futuro del nuevo Estado: la no fijación de sus límites territoriales, y la obligación de someter la Constitución al examen de los gobiernos contratantes.

Pero algunas de las más dramáticas consecuencias de este tratado fueron sufridas inmediatamente por la Argentina, en efecto, la Convención Preliminar de Paz fue firmada por José Manuel García embajador enviado por Bernardino Rivadavia a Río de Janeiro a inicios de 1828, en tal momento el cuadro de situación era el siguiente: Las tropas brasileñas habían sido derrotadas por las argentinas (las tropas de orientales voluntariamente integraban el primer ejército nacional argentino) en la casi totalidad de los combates, estando por esto liberadas toda la Banda Oriental y las Misiones Orientales, pero la presión inglesa sobre Argentina era intensa (navíos de guerra del Reino Unido capturaban como "piratas" a los navíos argentinos) y el tesoro argentino parecía exhausto. De este modo, inopinadamente para los combatientes argentinos -y la población argentina toda- José Manuel García firmó un tratado paradojal: Argentina aceptaba que Brasil ocupara nuevamente la Provincia Oriental y las Misiones Orientales e incluso la isla Martín García y -siempre según el tratado firmado por Manuel José García-, Argentina debía pagar indemnizaciones al Brasil; el saber tal claudicación hizo que la población argentina se rebelara y de este modo Bernardino Rivadavia abandonó el gobierno, siendo sucedido inmediatamente por el federal bonaerense Manuel Dorrego, éste intentó anular totalmente lo convenido con el Brasil pero la presión de Ponsonby fue absoluta, por lo que -como se ha visto- se declaró la independencia de parte de la Banda Oriental (el resto quedó en poder de Brasil) con el nombre actual: República Oriental del Uruguay.
Los jefes militares argentinos forzosamente se dividieron, los nacidos en la Banda Oriental pasaron a ser los primeros jefes militares uruguayos quienes rápidamente entraron en cruento conflicto Juan Antonio Lavalleja contra Fructuoso Rivera o Manuel Oribe contra F. Rivera.
Gran parte de los jefes militares que se mantuvieron argentinos y que habían combatido directamente a los brasileños pronto consideraron erróneamente que la culpa del claudicante tratado era de Manuel Dorrego, y de este modo en 1829 Juan Galo Lavalle, apenas retornó a Buenos Aires con las tropas que habían participado de la guerra, derrocó e hizo ejecutar a Dorrego en la localidad bonerense de Navarro, este hecho significó el inicio de una sangrienta guerra fratricida que involucró a toda Argentina (unitarios contra federales) y al nuevo estado uruguayo colorados contra blancos, tal guerra recién concluyó en 1852.

[editar] Referencia Bibliográfica

• Nahum, Benjamín (1994), Manual de Historia del Uruguay 1830-1903, Montevideo. Editorial De la Banda Oriental.

• Méndez Vives, Enrique (1990), Historia Uruguaya, Montevideo. Editorial De la Banda Oriental.