Ducado de Atenas
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Tras el declive de la época clásica, y ya en la Edad Media, la ciudad de Atenas sufrió un grave proceso de deterioro, agravado a partir del siglo XI por su posición geográfica que la alejaba de la influencia latina pero no terminaba de ser territorio de interés para el Imperio Bizantino. Esta situación provocó oleadas de saqueos, los más graves a mediados del siglo XII por los normandos.
En esta situación, Bonifacio de Montferrato ocupó la ciudad sin grandes esfuerzos en 1204 y se la cedió a Otón de la Roche. Para unos historiadores esta es la constitución del Ducado, para otros el feudo se constituye formalmente en 1260.
Sea como fuere, en 1308 el duque Gautier de Brienne, titular del ducado en ese momento, recurre a tropas almogávares para defender la ciudad frente a Juan II Ducas, derrocándolo. Al no pagar a las tropas aragonesas las cantidades estipuladas, estas se sublevan y destituyen a De Brienne en 1331 y proclaman nuevo señor de Atenas al rey Federico de Sicilia. Pedro IV el Ceremonioso conquista la ciudad en 1380 y la incorpora a la Corona de Aragón, siendo visitada en ese tiempo por Pedro IV que dejó escritas sus magníficas impresiones de las obras arquitectónicas que pudo contemplar, incluida una descripción del Partenón. El periodo de dominación aragonesa para unos historiadores se establece en 8 años y otros en 10. Apoya la primera tesis el hecho de que Mero de Acciaivoli en 1388 conquista la ciudad y la pierde a manos de los turcos otomanos dirigidos por Mehmet II en 1456, dando por finalizado el periodo del Ducado. Brevemente los venecianos establecieron un control sobre la ciudad en 1687 que apenas duró unos meses, regresando de nuevo a manos turcas.
Véase también: Ducado de Neopatria
