El séptimo día

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El séptimo día es una película española de 2004 dirigida por Carlos Saura.

El séptimo día

Título

El séptimo día

Ficha técnica

Dirección

Carlos Saura

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Ayudante de dirección

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Dirección artística

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Producción

Andrés Vicente Gómez

Diseño de producción

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Guión

Ray Loriga

Música

Roque Baños

Sonido

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Editor

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Fotografía

Jack Cardiff

Montaje

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Escenografía

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Vestuario

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Maquillaje

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Peluquería

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Efectos especiales

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Reparto

Juan Diego
Yohana Cobo
Eulalia Ramón
Victoria Abril
José Luis Gómez
Oriol Villa
Ramón Fontseré
Carlos Hipólito
Elia Galera
César Vea
Juan Sanz
Mariví Bilbao
José Garcia
Ana Wagener
Alejandra Lozano

Datos y cifras

País(es)

España

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Año

2004

Género

drama

Duración

106 min.

Clasificación

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Compañías

Productora

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Distribución

Lolafilms

Presupuesto

Ficha en IMDb

[editar] Sinopis

Isabel Jiménez (Yohana Cobo) recuerda la historia de su tío (Juan Sanz), asesinado por la Jerónimo Fuentes (Ramón Fontseré) por abandonar a su hermana Lucrecia (Victoria Abril). Jerónimo es encarcelado y la familia Jiménez incendia, con la complicidad del cuerpo, la casa de los Fuentes, cobrándose la vida de la madre. Los Fuentes abandonan Puerto Urraco durante un tiempo y regresan con afán de vengarse...

[editar] Comentario

Inspirada en la matanza de Puerto Urraco (1992), El séptimo día fue una película que pretendió hablar de una España ancestral, cuya tierra reclama la sangre de sus habitantes. Al evocar los terribles hechos que azotaron la vida de un pueblo extremeño, el presidente autonómico Juan Carlos Rodríguez Ibarra protestó considerando que la imagen negativa ofrecida en el filme podría perjudicar el turismo.

Carlos Saura reconstruye, basándose en un guión de Ray Loriga, la vida del pueblo: las ancianas que chismorrean en la plaza principal, el tabernero cuya hermosa mujer se acuesta con todo hombre que le pase por delante, el "tarado" que comprende mejor que nadie lo que ocurre a su alrededor, los golfos que trapichean con la droga... De esta manera el realizador pretende crear cierta atmósfera que prepare al espectador para el final demoledor; una matanza, filmada a ritmo coreográfico, cuya sordidez contrasta con el marco en el que tiene lugar: los vecinos de Puerto Urraco ven el bar los Juegos Olímpicos de Barcelona que ofrecen una imagen de modernidad que en nada se relaciona con su propia idiosincrasia.