Usuario:Hermel

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Kocheril Raman Narayanan el primer “intocable” que llegó a presidente de la India Nació en el estado indio de Kerala, el 27 de octubre de 1920, Kocheril Raman Narayanan fue el cuarto de siete hijos de Raman Vaidyan. Junto a su familia sufrió la dura pobreza además de la discriminación social por pertenecer a la casta de los parias, casta situada en el escalón más bajo de la estructura social hindú.

La India es un país con un variado mosaico de culturas, religiones, nacionalidades, y antiquísimas tradiciones. Pero más de 200 millones de personas ven negados sus derechos fundamentales diariamente, el castigo de no nacer en una clase privilegiada, y la escasa posibilidad de educación, los deja aislados en la pobreza, la marginación y el olvido.

Oficialmente abolido por la Constitución de 1950, el sistema de castas sigue dominando todos los aspectos de la vida de los indios. Esta desmembración social, aparecida hace más de 3.000 años, se mantuvo durante la dominación británica y subsiste a pesar del conflictivo medio siglo de vida democrática. Como una señal difícil de quebrantar, el indio permanece unido a los privilegios o a las humillaciones que la inconmovible costumbre religiosa otorga a su casta.

Algunos estudiosos dicen que fueron los pueblos arios los responsables de las castas, dado que estos llegaron al subcontinente indio hace 3.500 años. Ya en los escritos sagrados hindúes más antiguos, por ejemplo en los Vedas, aparece la división en cuatro grandes grupos: brahmanes (sacerdotes), kshatriyas (guerreros), vaisyas (comerciantes) y sudras (obreros). Los Delits se ubican en el último grupo.

Ellos en vez de “intocables” prefieren llamarse Delits que significa oprimidos. Hay zonas rurales de la India donde los Delits son tratados peor que animales. Se les niega hasta el acceso a pozos de agua potable. De acuerdo a los doctrinas sectaristas del hinduismo, los Delits son impuros y contaminan todo lo que tocan.

Cerca del 90% de las personas pobres y el 95% de las analfabetas en la India son Delits. Más de 40 millones de personas, en su mayoría Delits, trabajan forzosamente para pagar deudas contraídas tiempo atrás. De los 40 millones, 15 millones son niños y niñas que trabajan en condiciones de semiesclavitud por míseros salarios. La mitad de los niños Delits (y el 64% de las niñas) no puede terminar la educación primaria debido en parte a que son humillados por sus maestros y maestras.

La mayoría del trabajo infantil en la India se da entre niños y niñas Delits. Los crímenes contra las mujeres Delits son especialmente duros. A menudo son violadas o golpeadas por hombres de castas superiores, terratenientes y policías. Además, miles de adolescentes Delits se ven forzadas a la prostitución en nombre de una práctica religiosa que se da en el sur de la India conocida como devadasi, que significa "Sierva de Dios". Estas jóvenes no se pueden casar y son forzadas a mantener relaciones sexuales con hombres de castas superiores.

Los Delits han luchado todos estos años para hacer conocer al mundo entero este fenómeno de "Aparheid oculto" tan desconocido hasta hace poco tiempo. El resultado de tantos esfuerzos fue que en agosto de 2002, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas aprobara una resolución condenando abiertamente la discriminación por casta o linaje identificándola como una violación flagrante de los derechos humanos.

Para K.R. Narayanan su procedencia social y el germen de la pobreza no fue un obstáculo insalvable; su brillante inteligencia y esfuerzo personal en mejorar su vida lo sacaron de la marginación y el olvido. Sus humildes padres hicieron todo lo posible para que él recibiera buena educación, aunque al empiezo tuvo que superar diversas dificultades, una de estas era andar diariamente unos 20 kilómetros para llegar a la escuela.

En su juventud consiguió una distinguida educación por medio de becas, en la Universidad Travancore, la Universidad de Londres y la prestigiosa London School of Economics (LSE), donde tuvo la gran oportunidad de ser discípulo del célebre economista Harold Lasky, el que más tarde le daría una carta de recomendación para unirse en 1949 al Servicio Exterior indio, donde desarrolló una fértil carrera diplomática, que definió su personalidad a lo largo de toda su vida.

Sirvió habitualmente como: oficial en las legaciones de Rangún, Tokyo, Londres y en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Delhi (1949-1960); alto comisionado en funciones para Australia (1961-1962); cónsul general en Hanoi (1962-1963); director de la división china del Ministerio (1963-1967); embajador en Tailandia (1967-1969), secretario para Asuntos del Este (1967); embajador en Turquía (1973-1975); embajador en China (1976-1978), y embajador en los EE.UU. (1980-1983).

Al acabar su carrera diplomática en 1984, Narayanan se consagró a la vida política del país y fue elegido parlamentario el mismo año. En el Gobierno dirigido por Rajiv Gandhi, Narayanan ocupó el cargo de ministro de Ciencia y Tecnología. El 21 de agosto de 1992 fue elegido vicepresidente de la India secundando a Shankar Dayal Sharma y de paso presidente ex oficio del Rajya Sabha o cámara alta del Parlamento.

Con su monumental bagaje en cultura política, su candidatura como presidente fue apoyada por casi todos los políticos, el veterano se había ganado el respeto y admiración de la mayoría de sus colegas y del pueblo.

A la conclusión del mandato de Sharma, Narayanan se impuso casi con unanimidad en la votación realizada el 14 de julio de 1997 por 4.848 grandes electores, a partir de los diputados del Parlamento Federal y de los 25 parlamentos regionales, y el 25 de julio dio juramento como décimo presidente desde la proclamación del sistema republicano en 1950.

El hecho de ser el primer jefe del Estado perteneciente a una casta considerada intocable originó en el momento de su elección comentarios sobre una posible revisión de la arraigada y particular estratificación social de la India.

Pero a pesar de todas las dificultades K.R. Narayanan es recordado como el primer miembro de esta casta en llegar a semejante cargo. Su historia heroica es un ejemplo vivo, de que, cualquier hombre o mujer puede ser arquitecto de su propio porvenir y, alcanzar sus metas si acomete con valor y lucha con férrea disciplina y perseverancia.

K.R. Narayanan para muchos defensor de los derechos humanos de los oprimidos, cerró sus ojos a este mundo en Nueva Delhi a los 85 años, el día 9 de noviembre del 2005. Hermel Balcázara C ®