Jean de La Fontaine
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Jean de La Fontaine, poeta francés, nacido el 8 de julio de 1621 en Château-Thierry en la región del Aisne fallecido el 13 abril de 1695 en Paris.
Tras sus estudios de Teología a los que siguieron los de Derecho, Jean de La Fontaine regresa a Château-Thierry con el cargo de Maître des Eaux et Forêts (Maestro de Aguas y Bosques) ahí comienza a interesarse por los libros que tomaría como modelo para sus obras. En 1664, ingresa al servicio de la Duquesa de Orleans y a la muerte de esta, encuentra asilo en casa de Madamme de la Sablière. La Fontaine fue uno de los numerosos artistas amigos y protegidos de Nicolás Fouquet (Ministro de Luis XIV), quien mandó construir el Palacio de Vaux-le-Vicomte, y le ayuda a optar por su carrera de poeta. Jean de La Fontaine escribió el alegato en su defensa Elégie aux Nymphes de Vaux, cuando éste fue depuesto de su cargo en 1661 y posteriormente encarcelado por el Rey, donde Fouquet murió en extrañas circunstancias. Igualmente La Fontaine fue también el protegido de Monsieur y Madamme d'Hervart.
Sus fábulas son obras maestras de la literatura francesa. La mayoría de ellas son protagonizadas por animales de la vida cotidiana y están inspiradas por Esopo, Horacio (El ratón de campo y el ratón de ciudad) y sobre todo Fedro así como por el Panchatantra indio. Sin aparente esfuerzo en el análisis, La Fontaine fue capaz de descubrir el fondo de las almas con una delicadeza maliciosa y un seguro sentido de la comicidad. La Fontaine no se concede el derecho de predicar los grandes sentimientos, sólo se limita a dar algunos consejos para hacer al hombre más razonable y feliz.
Fábulas aparte, La Fontaine es un cuentista. Sus cuentos y novelas están inspiradas por Ariosto, Boccaccio, François Rabelais y Marguerite de Navarra. También es autor de "Cuentos Galantes" (libertinos), otra faceta de su talento, y que fueron adaptados al cine por Benazeraf. En 1683 se convirtió en miembro de la Academia francesa. Está enterrado en el cementerio parisino de Père Lachaise.
En 1838 Grandville ilustra sus fábulas. Gustavo Doré hace lo propio en 1867. Benjamin Rabier lo hará a comienzos del siglo XX.
