Ley Sáenz Peña
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Se conoce como Ley Sáenz Peña a la ley 8.871 General de Elecciones[1], sancionada por el Congreso de la Nación Argentina el 10 de febrero de 1912, que estableció el sufragio universal, secreto y obligatorio a través de la confección de un padrón electoral. Debe su nombre coloquial a haber sido sancionada durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, miembro del ala modernista del gobernante Partido Autonomista Nacional e impulsor de la ley. Es importante notar que el voto femenino recién llegaría durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, en 1947; el universo de la Ley Sáenz Peña sólo incluía a los hombres argentinos nativos.
Sin embargo, para ese entonces la mayoría de los obreros eran extranjeros y la ley sólo incluía a los argentinos nativos hombres, quedando los extranjeros tan fuera del sistema como antes, si bien sus demandas se vieron representadas por el Partido Socialista. En los años siguientes, la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista comenzaron a participar de las elecciones, y tanto la fuerza de los movimientos anarquistas como la cantidad de huelgas disminuyeron.
No obstante, los conservadores no lograron consolidar un partido político con apoyo popular. El radicalismo se convirtió en el movimiento político más poderoso del país y ganó por amplio margen las primeras elecciones presidenciales donde se aplicó la Ley Sáenz Peña, las de 1916, con lo que resultó electo Hipólito Yrigoyen y se cortó una seguidilla de más de 35 años de gobiernos del Partido Autonomista Nacional electos mediante el fraude electoral y a espaldas de la voluntad popular. A 2006 la Ley Sáenz Peña sigue rigiendo —con modificaciones— el sistema electoral argentino.
[editar] Referencias
- ↑ Saenz Peña, Roque — Departamento de Biblioteca, Centro de Documentación y Traducciones - Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos
