Liberio
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Liberio, papa de la Iglesia Católica entre el 17 de marzo de 352 y su muerte, el 24 de septiembre de 366.
En la historia eclesiástica él es el primer papa cuyo nombre no aparece en el santoral. Durante su pontificado está en todo su apogeo la persecución del emperador Constancio II. El emperador quería imponer el arrianismo en Occidente y como Liberio se oponía, manteniéndose firme y decidido, en 355 lo desterró a Berea de Tracia, donde Liberio sufrió toda clase de vejaciones por dos años.
Muchos obispos se pusieron del lado del emperador en contra del papa Liberio. Entonces los arrianos dueños de la situación y en total control de Roma nombraron al diácono Félix como nuevo pontífice en lugar de Liberio. Pero el pueblo rechazó a este antipapa y exigió al emperador el regreso y reinstalación de Liberio como legítimo obispo de Roma. Constancio se dio cuenta que Félix no sería aceptado y permitió a Liberio regresar a Roma en 357. El papa fue recibido con gran regocijo popular. Aparentemente Constancio pretendía que Liberio y Félix gobernaran la Iglesia en conjunto pero esta fórmula de un doble episcopado fue rechazado por el pueblo y el clero romano. Félix se retiró a su casa en Porto donde vivió hasta su muerte.
Parece ser que debido a la posición tomada por la mayoría de los obispos contra él y también por el trato recibido durante su exilio, el papa Liberio se mostró después de su regreso a Roma débil e inseguro presentando posiciones un tanto ambiguas con respecto al arrianismo.
En 359 se convocaron dos concilios simultáneos de obispos de Oriente y Occidente, celebrados respectivamente en Seleucia y Rimini. Bajo presión imperial, ambos concilios adoptaron sendas profesiones de fe semi-arrianas. Liberio no estuvo representado ni presente en ninguno de estos concilios. Cuando Constancio II murió en 361, Liberio anuló los decretos tomados en el concilio de Rimini.
Después del corto reinado del emperador Juliano, que había restaurado el paganismo como la religión oficial del Imperio, subió al trono Valentiniano, monarca católico que devolvió la tranquilidad a la Iglesia nuevamente. Liberio edificó una basílica que se llamaría inicialmente la Basílica Liberiana, pero en el siglo siguiente se convertiría en Santa María La Mayor, una de las cuatro basílicas patriarcales de Roma.
En el 366 admitió el regreso a la Iglesia de los más moderados simpatizantes arrianos del Oriente. En ese mismo año murió el papa Liberio y sus restos reposan en la catacumba de Priscila.
| Predecesor: San Julio I |
Papa 352-366 |
Sucesor: San Dámaso I |
