Neurotoxina
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Se denomina neurotoxina a toda sustancia capaz de alterar el funcionamiento del sistema nervioso, alejando al individuo de su estado homeostático y poniendo en riesgo su vida. Las alteraciones pueden ser a nivel fisiológico, morfológico o manifestarse en cambios de comportamiento.
Existen neurotoxinas de origen animal, vegetal o de naturaleza inorgánica. Y sus efectos dependerán de la dosis y la vía de exposición, pudiendo ser temporales o permanentes, incluso producir la muerte.
Muchos microorganismos son capaces de generar neurotoxinas. Por ejemplo, la toxina que libera el agente Clostridium tetani, es capaz de unirse a receptores sinápticos de las motoneuronas efectoras, provocando una despolarización en las neuronas, que terminan provocando una serie de contracciones musculares de caracter convulsivo. A esta enfermedad se le conoce como tétanos. Una forma de evitar este fenómeno es con la administración de un toxoide antitetánico, el cual desencadenará una respuesta inmune contra la neurotoxina.
Las alteraciones de tipo neuronal pueden ser:
- Actuar como neurotransmisores naturales: por ejemplo, la acetilcolina es emulada en sus acciones por los organofosforados como el Malatión, Triclofón u otros.
- Inhiben alguna parte del metabolismo: por ejemplo, el Amitraz, usado como antiparasitario veterinario, inhibe a la enzima catabólica de las catecolaminas llamada monoaminooxidasa MAO
- Provocan la liberación anormal de algun neurotransmisor: por ejemplo, la ivermectina, que es un antiparasitario, a grandes dosis es una neurotóxina que produce la liberación excesiva de GABA.
- Bloqueo de receptores para neurotransmisores: al fijarse a ellos no dejan actuar a los transmisores naturales.