Pedro Alfonso
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Moshé Sefardí, luego Pedro o Pero Alfonso (Huesca, ¿1076? - ¿1140?) Escritor, teólogo y astrónomo español.
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[editar] Biografía
Fue hombre docto, rabino y versado en matemáticas y astronomía, y llegó a ejercer como médico del rey Alfonso I el Batallador, que propició su conversión al cristianismo y le protegió, y del monarca inglés Enrique I, aunque no existen pruebas históricas de ello. Ha llegado hasta la posteridad su retrato grabado en el Liber Chronicarum cum figuris, un incunable de 1493 que describe la apariencia física de diversos filósofos, reyes, santos, poetas y sabios. Es él mismo quien nos suministra los escasos datos que poseemos sobre su vida en el prólogo que antepuso a su Dialogus contra iudaeos (Diálogo contra los judíos). Dice allí que se bautizó y convirtió al cristianismo en el año 1106 y que Alfonso I actuó como su padrino; que viajó a Inglaterra como magister en artes liberales y astronomía y allí enseñó, al prior del monasterio de Malvern Walcher de Malvern el sistema de graduación astronómica árabe. También tuvo como discípulo a Adelardo de Bath. Se conjetura que volvió a Zaragoza hacia 1121 y después de esa fecha se cree que anduvo en Tudela.
[editar] Análisis de su obra literaria y científica
Sus Dialogus contra iudaeos se escribió con posterioridad a 1106 y seguramente fue suscitado como respuesta al clamor surgido en la judería por su conversión. Este utilizó en su obra sus amplios conocimientos de la Torá y la literatura judía, y fue el primero en usar la literatura tradicional hebrea y a los exégetas modernos para atarcarlos con sus propios argumentos, pero se dirige también y sobre todo contra la religión islámica.
Compuso un popularísimo libro de apólogos en latín titulado Disciplina clericalis que fue divulgado y traducido por toda Europa. Este libro supuso la primera fuente de introducción en la Europa cristiana de la narrativa oriental por medio de sus 33 apólogos tomados de fuentes árabes y en última instancia persas e hindúes, así como de gran número de sentencias morales, pues estos son los géneros de que está formado el libro, pues lo compuso "parte de proverbios de los filósofos y sus enseñanzas, parte de proverbios y consejos árabes y de fábulas y versos, y parte sirviéndome de las comparaciones con aves y animales". Todos estos materiales van organizados por temas según la siguiente armazón: un prólogo que ahonda en el concepto del "temor de Dios", y tres partes, que hablan
- 1. Sobre los vicios y virtudes humanas
- 2. De la relación del hombre con sus semejantes
- 3. De la relación del hombre con Dios y la fugacidad de lo terreno.
Termina el texto retomando la idea del prólogo y un epílogo consiste en una invocación a Dios. Muchos de estos apólogos pasaron a El conde Lucanor de Don Juan Manuel. Junto al Sendebar, al Calila e Dimna y al Libro de los enxiemplos por ABC constituye uno de los principales repertorios de la cuentística medieval.
Por lo que toca a su obra científica, los testimonios extraídos de sus eruditos discípulos ingleses (Walcher o Adelardo) permiten asociarlo a la composición de dos obras: De Dracone, que estudia el cálculo de los movimientos de los astros, y De Astronomía, unas tablas astronómicas según los calendarios árabe, persa y latino, por medio de las cuales y con la ayuda de un astrolabio era posible averiguar, por primera vez y con exactitud, las posiciones del sol, la luna, los cinco planetas conocidos y los ascendientes y descendientes. La obra va precedida de una Carta a los peripatéticos franceses, compuesta en forma epistolar en 1120 e importante para el llamado Renacimiento del siglo XII porque destaca la importancia de la aritmética, ciencia útil para la geometría, la música, la medicina, la astronomía, y los "negocios del siglo". Su enfoque es racionalista y recupera autoridades como Aristóteles y Ptolomeo.
En resumen, no cabe duda de que Pedro Alfonso, junto con otros aragoneses como Abraham Ben Ezra y Abraham bar Hiyya, contribuyó a divulgar la ciencia árabe en Occidente e hizo avanzar a la Europa de su tiempo, pues, si su obra astronómica no fue original, en cambio inició a la atrasada Europa en el cálculo del movimiento de los astros y su obra apologética fue utilizada por teólogos, polemistas e incluso por los predicadores de las Cruzadas. Es más, su Disciplina Clericalis hizo entrar la narrativa oriental.
[editar] Obra
- Dialogus contra iudaeos
- Disciplina clericalis
- De dracone
- De Astronomia, obra que se encuentra en dos manuscritos, el Arundel (270, fol. 40v - 44r, siglo XII, y el núm. 1283 del College Corpus Christi de Oxford, ambos estudiados y publicados por el profesor Millás Vallicrosa.
- Carta a los peripatéticos franceses
[editar] Bibliografía
- Lacarra, María Jesús Pedro Alfonso. Zaragoza: Diputación General de Aragón, 1991.
- Alfredo Ballestín, El Dialogus contra iudaeos de Pedro Alfonso. Traducción y notas críticas. Su inserción en la polémica judeocristiana. Zaragoza: Prensas Universitarias de la Universidad de Zaragoza, 2002.
