Pepino (municipio)

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[editar] Situación

Localidad española en la provincia de Toledo, comunidad autónoma de Castilla la Mancha, en la comarca de Talavera de la Reina, de la que dista 8 kilómetros. Está formada por el antiguo casco urbano y dos núcleos residenciales llamados Prado del Arca y El Gran Chaparral.

Geográficamente se sitúa en la ladera norte de la sierra de Segurilla, muy cerca de Talavera de la Reina, al norte del Canal Bajo del Alberche. El terreno es de monte bajo y está poblado por encinares, chaparros, sabinas y otras especies del valle del Tajo.

[editar] Clima

El clima es continental con inviernos fríos y veranos muy calurosos.

[editar] Historia

Según testimonio de las relaciones de Felipe II, este lugar fue poblado en el siglo XIV, conociéndose por aquellas fechas con el nombre de Aldea Nueva de Talavera, ya que fueron habitantes de Talavera de la Reina quienes se trasladaron hasta allí para explotar las tierras y el ganado.

Perteneció este territorio al señorío de los arzobispos de Toledo, administrados por el Deán de Talavera, ejerciendo este dominio en todo lo que vino en denominarse Tierras de Talavera, que comprendía una extensión de unos 4000 kilómetros cuadrados.

Se menciona a Pepino en un documento de 1486 referente a un pleito entre Talavera Juan López de Ayala, señor de Cebolla, Villalba y Mejorada.

La Cosmografía de Fernando Colón cita a Pepino en el año 1517, como paraje de suelo cultivado en ese tiempo; y en 1532 se habla de este lugar con motivo de un pleito entre Mejorada, Segurilla y Talavera, por la posesión del Berrocal y Miraflores. En el año 1571 tiene Pepino 70 familias. La explicación del nombre de Pepino la da la relación de este pueblo, en 1576, cuando dice que "Uno de los siete herederos labradores antiguos que vivían en dicho lugar se llamaba Alonso Pepino, y lo han visto en una escritura de compromiso que presentaron en un pleito y se perdió esta".

En 1576 tiene Pepino doscientos habitantes, y seguía perteneciendo al señorío de los arzobispos de Toledo, y también administrado por Talavera, que aprobaba la elección de las justicias y las nombraba anualmente.

Quedó incluido este lugar entre los que Talavera propuso recuperar a Felipe II para su jurisdicción, después de la desamortización ordenada por este monarca a fin de recaudar fondos para la Hacienda del Reino, efectuándose la compra en 1594, junto con 53 lugares más.

Juan Martínez de Riaza, Deán de Talavera, y más tarde arzobispo de Toledo, reconocía las tierras labradas de Pepino como de sus moradores, dando término propio al territorio y formalizando de esta manera la entidad concejil; no obstante de poder entrar en sus términos los vecinos de Talavera con sus ganados a condición de respetar los panes e viñas e dehesas que fueren dadas a los dichos herederos.

Es de clima templado y sano pero el suelo es aspero de piedra y cuestas y muchos cantos. Así lo evidencia el topónimo: Dehesa de Aljar, que significa Las Piedras. La leña se trae de una dehesa propiedad de Hernando Carvajal; en el término se crían raposas, liebres, conejos, perdices y otras aves de caza. Beben en una fuente y en pozos; yendo a moles sus panes al Tajo. Es lugar de poca labranza, no hay frutales, ni viñedo; el grano que se recoge es escaso, criándose algunas ovejas, cabras, puercos. El diezmado del grano se arrienda en noventa fas y el del ganado en sesenta cabezas.

En 1812 el Supremo Consejo de Regencia, en donde reside el poder ejecutivo de la nación, dispone por los Decretos del 18 de marzo de 1812, el deber de todos los españoles, cualquiera que sea su clase y condición, de conocer y jurar la Constitución. Así en los primeros días de octubre de ese año, siendo alcalde del lugar Eustaquio Merchán, Pepino jura la constitución, bajo la presidencia de Rufino Bullido, fiel de hechos, Sánchez Palomo, comisionado, y Antonio Palacios, cura propio.

En 1576 no tenía Pepino más templo que una ermita dedicada a Nuestra Señora de Val de Encinas, a media legua del camino de San Román, en la dehesa de Salinas, que posee Hernando Carvajal, vecino de Toledo. Esta ermita tenía unas tierras. Se movió pleito entre el vecindario y el referido Carvajal, sustanciándose en la Cancillería de Valladolid.

La ermita, en el año mencionado, estaba en parte caída, poseyendo todo su antiguo término Hernando Carvajal, que vende hierba del mismo; no teniendo la ermita otra renta que las limosnas, que dejan cuando van a ella en procesión los vecinos de los lugares próximos.

A comienzos del siglo XVI se levanta una iglesia dedicada a Nuestra Señora de la Concepción, aneja al Cabildo de Curas y Beneficiados de Talavera.

Durante los últimos años, Pepino se ha convertido en una localidad dormitorio de Talavera de la Reina que además se ha visto favorecida por el crecimiento urbano e industrial de su capital comarcal.