Rodilla

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En anatomía humana, la rodilla es la articulación de las extremidades inferiores que conecta el fémur y la tibia. Es vulnerable a lesiones graves y al desarrollo de artrosis ya que en los humanos soporta casi todo el peso del cuerpo.

Tabla de contenidos

1 Anatomía humana
2 Anatomía animal
3 Véase también
4 Enlaces externos

[editar] Anatomía humana

La rodilla es una variedad de articulación sinovial condiloide y compleja que flota. De hecho, está compuesta de dos articulaciones separadas. La articulación fémoro-patelar consiste de la patela, o "rótula", un llamado "hueso sesamoide" que se halla dentro del tendón del músculo del muslo anterior (m. quadriceps femoris), y el surco patelar en frente del fémur a través del cual se desliza. La articulación fémoro-tibial une el fémur, o hueso muslar, con la tibia, el hueso principal de la pierna inferior. La articulación está bañada en un fuido viscoso (sinovial) contenido dentro de la membrana "sinovial", o "cápsula articular". El hueco detrás de la rodilla es llamado "fosa poplítea".

[editar] Ligamentos

La rodilla humana está relacionada con los siguientes ligamentos:

Ligamento cruzado anterior (LCA). El críticamente importante LCA evita que la tibia se deslice demasiado hacia afuera respecto al fémur.
Ligamento cruzado posterior (LCP)
Ligamento capsular
Ligamento patelar
Ligamento colateral medial (LCM, también conocido como ligamento colateral tibial). El LCM evita que la parte media de la rodilla se disloque por una tensión aplicada a la parte lateral de la rodilla (una fuerza valgus).
Ligamento colateral lateral (LCL, también conocido como ligamento colateral fibular). El LCL protege la parte lateral de una fuerza curva interior (una fuerza varus).
Ligamento poplíteo oblicuo

[editar] Meniscos

Los meniscos son elementos cartilaginosos dentro de la articulación de la rodilla que sirven para proteger los extremos de los huesos de las fricciones entre ellos y para aumentar eficazmente las fosas tibiales en donde el fémur se sujeta. Hay dos meniscos en cada rodilla, el menisco medial y el menisco lateral. Culquiera o ambos pueden fracturarse, o desgarrarse, cuando la rodilla se dobla o gira energéticamente.

[editar] Movimientos

La rodilla permite los siguientes movimientos: flexión, extensión, bloqueo, desbloqueo, y una ligera rotación. Los ligamentos y meniscos, junto con los músculos que atraviesan la articulación, impiden el movimiento más allá de lo que permite el rango de movimiento de la rodilla.

[editar] Lesión

En deportes como la lucha, el baloncesto, la natación competitiva, el fútbol americano, el fútbol australiano, el esquí, el voleibol, el fútbol, el hockey o otros deportes que implican gran tensión de las rodillas, es común desgarrarse uno o más ligamentos o cartílagos. El ligamento cruzado anterior es a menudo desgarrado como result ado de un cambio rápido de dirección mientras se corre o como resultado de algún otro tipo de movimiento de giro violento. También puede desgarrarse por ser extendida enérgicamente más allá de su rango normal, o como resultado de ser forzada lateralmente. En estos casos, otras estructuras también sufriran daños. Especialmente debilitante es la desafortunadamente común "tríada infeliz" donde resultan desgarrados los ligamentos cruzado anterior y colateral medial y el menisco medial. Esto típicamente surge de una combinación de forzar y girar hacia dentro la rodilla.

Antes de la llegada de la artroscopia y la cirugía artroscópica, los pacientes que tenían cirugía por un desgarro del LCA requerían al menos nueve meses de rehabilitación. Con las técnicas actuales, estos pacientes pueden estar caminando sin muletas en dos semanas, y practicando algún deporte en unos pocos meses.

Además del desarrollo de nuevos procedimientos quirúrgicos, la investigación actual está buscando en los problemas subyacentes que pueden aumentar la probabilidad de que un atleta sufra una lesión de rodilla grave. Estos descubrimientos pueden llevar a encontrar medidas preventivas efectivas.

[editar] Anatomía animal

En humanos la rodilla se refiere a las articulaciones entre el fémur, la tibia y la patela. En los cuadrúpedos, particularmente los caballos y ungulados el término se usan comúnmente para referirse al carpo, probablemente por su su eje similar o acción tipo bisagra. En los insectos y otros animales el término rodilla se usa ampliamente para referirse a cualquier articulación en bisagra.