Secundarios de Castilla
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Secundarios de Castilla era el nombre común de varias líneas de ferrocarril de vía estrecha que atravesaban Tierra de Campos y conectaban localidades de las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora.
La red estaba integrada por las siguientes líneas: Medina de Rioseco-Castilla a Palanquinos, 94 Km; Palencia a Villalón de Campos, 45 Km; Valladolid-San Bartolomé a Medina de Rioseco-Ciudad, 42 Km; y Medina de Rioseco-Ciudad a Medina de Rioseco-Castilla, 4 Km.
[editar] Historia
La primera inauguración oficial de estos ferrocarriles, que tuvo lugar en Valladolid, fue la del tramo Valladolid-Medina de Rioseco en septiembre de 1884, que más tarde se amplió hasta la estación de Campo de Bejar (cerca de la estación de Renfe de Valladolid) en 1890 a través de calles de esta última ciudad. Este tramo fue clausurado en 1952 por el peligro que suponía la circulación de trenes por las calles vallisoletanas.
El 1 de julio de 1912 comenzó a funcionar el tramo Villada- Palencia. El rey Alfonso XIII acudió a la inauguración y en 1917 el tramo Medina de Rioseco-Palanquinos. En 1932 se creó Ferrocarriles Secundarios de Castilla producto de la fusion de las dos compañías.
El optimismo de las gentes en aquella fecha histórica para Palencia, Valladolid, Leon y Zamora, quedó reflejada en un periódico local palentino como sigue: "Así se demuestra lo que somos, así se pone de manifiesto la voluntad de una comarca que trabaja, y con este trabajo honrado, contribuye a que la patria se engrandezca. El acto de ayer, debe servirnos de aliento para el porvenir".
A nadie se le ocurría pensar, por entonces, que este ferrocarril iba a ser cerrado cuatro décadas después.
El también llamado Ferrocarril de Castilla, junto a las líneas que se unierobn a él, llegó a ser el de mayor longitud de entre los de via estrecha de España. La trayectoria de este ferrocarril condujo a su ruina económica. El 16 de marzo de 1965 el Estado se hizo cargo de esta línea, en virtud de una orden ministerial del mismo mes. Se produjo, por tanto, la integración de la red a los ferrocarriles de Castilla en FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), que quedó más bien una maniobra política.
En total, 226 Kilómetros, 35 estaciones y apeaderos, 400 agentes, varios apartaderos y silos, cuatro empalmes con Renfe y 13 máquinas de vapor, 200 vagones de mercancías (de ellos 30 en reparación), 15 coches de viajeros para trenes de vapor y tres composiciones de "diesel". Material inventariado que, no aparecia, o estaba en condiciones deplorables.
Se hablaba como solución a la crítica situación de este ferrocarril del empalme con el de León a Bilbao, a través de Palanquinos-León, de sólo 18 kilómetros. Mediante este trayecto se conseguiría conjuntar la comunicación y el transporte de grandes extensiones agrícolas, forestales, ganaderas, industriales y mineras a través de 564 kilómetros de recorrido.
Los números rojos aumentaban de volumen en los balances hasta que el día el 11 de julio de 1969, se suspendía definitivamente el servicio de estos ferrocarriles.
