Yuya y Tuya

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Poderoso matrimonio que alcanzó una importancia sin parangón durante el reinado del faraón egipcio Amenhotep III, (años 1390 a 1352 adC, aproximadamente).

[editar] Yuya

Yuya en jeroglífico

Al parecer Yuya (también transcrito como Yaa, Yuy, Yiya, etc.) era descendiente de un militar de origen sirio, de nombre Yei. En un principio se llegó a pensar que era su padre, aunque hay teorías más enrevesadas que hacen que este Yei estuviera emparentado con la reina Hatshepsut Meritra y que, por tanto, sería como poco abuelo o bisabuelo de Yuya. Sea como fuere, la familia de Yuya parece ser originaria de Ajmin, una ciudad del Alto Egipto.

Yuya se convirtió en un noble muy influyente durante el reinado de Thutmose IV, planteándonos la teoría de que incluso podía haber sido hermano de una de las esposas secundarias del faraón, de nombre Mutemuia. La suerte además estuvo con él, pues al morir tempranamente Thutmose IV, sería sucedido por Amenhotep III, de apenas doce años, que era el hijo nacido del difunto rey y de Mutemuia.

Gracias a la juventud del faraón y al poder que por aquel entonces ostentaría aún Mutemuia, la posición de Yuya fue creciendo cada vez más, y se convirtió en el noble más importante del país, junto con el sabio Amenhotep, hijo de Hapu. Sería gracias al matrimonio del faraón con la hija de Yuya, la joven Tiy que este hombre acabaría por consagrarse y ganarse la eternidad con los rimbombantes títulos que portó en vida: fue Padre Divino, Primero entre los Compañeros del Rey, Confidente del Rey, Amigo único, Profeta de Min, Gran Príncipe, y así una infinidad más de títulos de carácter cortesano en su inmensa mayoría.

[editar] Tuya

Tjuyu en jeroglífico

El nombre de Tuya se suele confundir con el de otra Tuya, la madre del faraón Ramsés II, por lo que a menudo suele venir escrito como Tuyu, Tuy o Tjuju. Mientras que de su marido conocemos una probable ascendencia siria pero un claro nacimiento egipcio (en la ciudad de Ajmin, para más señas), de Tuya podemos asegurar con casi total certeza que era egipcia de pura cepa. Los títulos que llevó en vida, sobre todo el de Ornamento Real la equiparan con algunas esposas secundarias de faraones anteriores, y quizás por sus venas corriera la sangre de Ahmose-Nefertari. De no ser así, es harto extraño que consiguieran convertir a su hija en una gran esposa real.

El matrimonio de Tiy con Amenhotep III acercó como jamás habían pensado el matrimonio a la familia real. Sus riquezas aumentaron como nunca antes lo podrían haber soñado, y Tuya gozó de una más que holgada vejez. Tuvo también varios títulos de carácter cortesano, aunque, aparte del de Ornamento Real, uno que cabe destacar es el de Nodriza de la Princesa Sitamón, su primera nieta. Debió haber una relación muy estrecha entre estas dos mujeres, pues se han encontrado varios objetos con el nombre de Sitamón en la tumba de Tuya.

[editar] Descendencia

Es obvio que Yuya y Tuya fueron los padres de, al menos, la reina Tiy. Era tala influenci que ganaron debido al matrimonio de su hija con el faraón que incluso se enviaron escarabeos a los reyes de Babilonia, Mitanni o Hatti, entre otros, en los que se decía que Tiy era la hija de Yuya y Tuya, como si de reyes de tratara.

También se cree que fueron padres del sacerdote Aanen, que ocupó un papel importante en el clero de Amón (quizás como espía a sueldo de Tiy, que veía muy peligrosa la posición que estaban tomando los sacerdotes del dios tebano), e incluso se plantea la posible paternidad de Ay, quien muchos años después llegaría a ser coronado faraón de Egipto. Como pruebas para esta hipótesis está la relación que unía a Ay con el siguiente rey, Ajenatón, muy similar a la que unió a Yuya con Amenhotep III... son tantas las similitudes que Ay heredó casi todos los títulos de Yuya, a los que con el tiempo añadiría más (como el de visir). De haber sido así, y sin siquiera imaginarlo, la familia de Yiya y Tuya habría prosperado tanto que traería al mundo a una gran esposa real y a un rey.

[editar] La muerte del matrimonio

Yuya y Tuya gozaron de una inmensa fortuna, pues tuvieron el honor de vivir en la época más próspera de la historia egipcia, y, encumbrados desde lo más alto, pocas preocupaciones enturbiarían sus vidas. Sería sólo algunos años después de la desaparición de este matrimonio cuando las cosas comenzarían a complicarse, debido a la batalla que enfrentaba a la familia real con los sacerdotes de Amón.

Parece ser que Yuya murió en torno al año 12 del reinado de Amenhotep III, cuando contaría una edad cercana a los sesenta años. Algo más tarde le seguiría a la tumba su fiel esposa, Tuya, a una edad similar o algo más avanzada, y ya en la segunda mitad del reinado de su yerno 8que se mantuvo en el poder hasta 39 años). Dado que las momias de ambos personajes han sido halladas, y además en un estado de conservación envidiable, están en condiciones óptimas para someterlas a estudios de ADN y con esta información poder identificar aún momias anónimas, como la que podría pertenecer a la reina Tiy.

Amenhotep III hizo a sus suegros un regalo muy infrecuente, casi único, para un personaje de sangre no real: ser enterrado en el Valle de los Reyes. Aunque la tumba de este matrimonio tiene las dimensiones de las de un noble cualquiera, era un honor inmenso poder descansar por toda la eternidad con los faraones, a los que a partir de entonces se equipararían. Su tumba, la KV46, dio una inmensa sorpresa a la comunidad arqueológica internacional al ser descubierta, pues estaba prácticamente inviolada. Los sarcófagos recubiertos de oro de Yuya y Tuya, así como parte de su ajuar funerario y las propias momias, aún pueden admirarse en el Museo de El Cairo. Hasta el descubrimiento de la tumba de Tutanjamón el hallazgo de KV46 fue el suceso más importante de la historia de la egiptología.