Adoración de los Magos (El Bosco)
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Información | ||||
Pintor | El Bosco | |||
Año | 1495-1500 | |||
Estilo artístico | Gótico | |||
Técnica pictórica | Óleo sobre tabla | |||
Longitud | 138 cm | |||
Anchura | 72 cm | |||
Localización | Museo del Prado | |||
Ciudad | Madrid | |||
País | España | |||
Categorías | ||||
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- Este artículo trata sobre el tríptico pintado por El Bosco. Para el artículo sobre el cuadro de Velázquez, véase La adoración de los Magos.
La Adoración de los Magos es un tríptico del pintor neerlandés El Bosco. Es un óleo sobre tabla, cuyas medidas son de 138 x 72 cm para la tabla central, y de 138 x 33 para las tablas laterales. La datación no es concluyente, se cree que pudo ser realizado entre los años 1495 y 1500. Fue creado para una capilla de la catedral de Hertogenbosch y perteneció como muchas otras obras de este maestro a la colección personal del monarca Felipe II, y permaneció en el oratorio del rey, en el Monasterio de El Escorial, hasta el año 1839, año en el que pasó a formar parte de la colección del Museo del Prado de Madrid, y en donde se encuentra en la actualidad. Es considerada como una de las obras más bellas y refinadas del pintor junto con "El Jardín de Las Delicias".
Aunque el título no lo sugiere, se trata de un tríptico con un gran contenido simbólico, donde las intrusiones extrañas, frecuentes en las obras del pintor, se deslizan en esta apacible escena. El tríptico al estar cerrado ilustra un tema que fue muy representado durante el todo el arte medieval, en el aparece la misa en San Gregorio y los retratos de algunos de los donantes.
En la tabla central, la Adoración de los Reyes Magos empieza a mostrar personajes extraños, que realizan movimientos inexplicables. La actitud de los pastores además parece sobrepasar la mera curiosidad ante la presencia de los poderosos reyes, se convierten de este modo en personajes grotescos y bufonescos, que han trepado al tejado del pesebre para contemplar la escena; tras ellos, dos ejércitos se encuentran en un violento encontronazo, completamente desligado de la serenidad del tema principal. Se añade a la situación, un grupo de personajes siniestros que asoma por uno de los ventanucos, tras la Virgen, parecen estar liderados por un rey oriental semidesnudo que aparece con una sonrisa que más bien parece una mueca. Tal vez se trate de Herodes, o tal vez sea el Anticristo que amenaza la llegada de Cristo.
La compleja epifanía se convierte además en una escena de género donde José desaparece de la tabla central, para desplazarse a la izquierda donde se encuentra secando los pañales del niño.
En la obra aparecen los donantes que encargaron la pintura representados en los laterales, con sus escudos y sus santos protectores, Santa Inés y San Pedro.
[editar] Véase también
- Hieronymus Bosch, El Bosco.