Betelgeuse

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J2000.0

Ascensión recta α	05^h55^m10^s307
Declinación δ	+07º24'25"35
Mvto. propio en α	+0^s00173
Mvto. propio en δ	+0"0087
Paralaje	0"005
Distancia	200,0 parsec
Magnitud visual	+0,50 a +1,3
Magnitud absoluta	-6,0 a -5,5
Índice de color(B-V)	1,85
Velocidad radial	+21,0 km/s
Tipo espectral	M1-M2 Ia-Iab
Variable tipo	SRc (variable semirregular)
Temperatura	3180 K

Betelgeuse, también llamada α Orión, es una gran estrella roja en la constelación de Orión. Es la décima estrella más brillante en el cielo, una supergigante roja. El color característico de esta estrella proviene de las bajas temperaturas de su exterior (unos 3000 K) y muestra que la estrella ha agotado ya la mayor parte del combustible nuclear que le proporciona su energía (fusión del hidrógeno) por lo que se encuentra al final de su vida. Sus variaciones de luminosidad indican también que se encuentra alejada de la secuencia principal.

Betelgeuse es una estrella gigante, razón por la que su brillo es tan elevado a pesar de encontrarse a una temperatura relativamente baja. Sin embargo, y a pesar de ser la estrella α de Orión, no es la más brillante, siendo Rigel, conocida como β Orionis la estrella más brillante de la constelación.

[editar] Características principales

Betelgeuse fue la primera estrella cuyo diámetro pudo ser medido con exactitud utilizando técnicas interferométricas siendo éste variable y oscilando entre los 290 millones de km y los 480. En su tamaño máximo la estrella se extendería hasta más allá de la órbita de Marte. Su masa es 20 veces la masa del Sol aunque su tamaño es 40 millones de veces mayor. Los astrofísicos predicen que Betelgeuse se convertirá en una supernova de tipo II explotando al final de su vida. Algunos de ellos afirman basándose en la variabilidad mostrada por la estrella que tal explosión podría producirse en un plazo de tiempo muy cercano (en los próximos miles de años). Otros astrofísicos son más conservadores pensando que podría continuar con su actividad actual durante un periodo de tiempo mucho mayor. Todos ellos coinciden sin embargo en que tal explosión constituiría un fenómeno astronómico espectacular observado desde la Tierra y en que nuestro planeta no sufriría ningún peligro dada la enorme distancia que nos separa de Betelgeuse.