Carthago Nova
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Nombre de la ciudad de Cartagena desde su conquista romana hasta la dominación musulmana.
Asentamiento fundado alrededor del año 227 adC. por el general cartaginés Asdrúbal el Bello, yerno del general Amílcar Barca con el nombre de Qart Hadasth ('Ciudad Nueva'). Aunque hay indicios de que los fenicios habían llegado a estas costas en el siglo VIII adC. Se cree que sobre el siglo V adC. llegaron los mastienos que fundarían Mastia, la capital de la tribu, lo que hoy es el cerro del Molinete. Noticias de Mastia aparecen en una obra llamada Ora Maritima, del poeta grecolatino Rufo Festo Avieno (que recoge las noticias más antiguas conservadas sobre la península Ibérica), y también en el tratado firmado entre Cartago y Roma en el año 348 adC (Mastia Tarseion). .
Tras la primera guerra púnica, los cartagineses pierden su principal dominio del Mediterráneo: la Isla de Sicilia. El único general invicto de este enfrentamiento con los romanos, Amílcar Barca, marcha a la península Ibérica con la intención de formar un dominio personal de la famila Barca —de la que era cabeza—, separada; en cierto grado, del control del Senado de Cartago; convirtiendo a Carthago Nova en el centro de sus operaciones militares. Tras la muerte de Almílcar en un enfrentamiento con tribus prehispánicas; su hijo Aníbal Barca ocupa su puesto, con la intención de preparar un ejército lo suficientemente poderoso para enfrentarse a los romanos. Qart Hadasth es, así: la principal ciudad de los cartagineses en España. De ella partió Aníbal en su célebre expedición a Italia; que le llevaría a cruzar los Alpes, al comenzar la segunda guerra púnica en el año 218 adC.
El general romano Escipión el Alfricano toma Qart Hadasth en el año 209 adC; rebautizándola como posesión romana con el nombre de Carthago Nova, otorgándole el trato de Municipio romano. El asentamiento llegaría a convertirse en una de las ciudades romanas más importantes de Hispania.
Al establecerse la presencia romana en Hispania, Carthago Nova dependió administrativamente de la Hispania Citerior. Más adelante, en tiempos del emperador Diocleciano. Es convertida en la capital de la provincia romana Carthaginiensis, desgajada de la Bética.
Con la cristianización del Imperio, la ciudad se convierte en uno de los más antiguos obispados de Hispania (en la actualidad, la sede de Cartagena está compartida con la ciudad de Murcia).
Tras la caída del Imperio de Occidente y el establecimiento del Reino visigodo de Toledo, Carthago Nova se convierte en un importante puerto. Pero en el marco de las guerras civiles visigodas, una facción pide ayuda al Emperador oriental Justiniano I. Tras una corta campaña, la convierte en capital de la provincia de Hispania del Imperio bizantino, situación que dura hasta la definitiva expulsión de los orientales por Leovigildo y Recaredo I, ya en el siglo VI. La población hispano-romana de la ciudad soporta difícilmente la presión visigoda. Hasta que durante la segunda década del siglo VII, el rey Sisebuto, toma y destruye la ciudad. Causando una profunda decadencia, pasando la importancia urbana de la zona a las actuales Mula y Orihuela.
