Filomena, virgen y mártir

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Santa Filomena (hija de luz o bienamada en griego) fue una Virgen y Mártir de la Iglesia.

[editar] Descubrimiento

Durante muchos siglos su historia estuvo oculta, hasta que unos obreros encontraron sus reliquias en las catacumbas de Santa Priscila, en Roma. La cripta estaba sellada con tres losas de terracota que llevaban la inscripción: Lumena — Pax Te — Cum Fi. Tratando de darle sentido a esta frase, se re-arreglaron ligeramente algunas sílabas y se obtuvo Paxt te cum Filumena, que en latín quiere decir "La paz sea contigo, Filomena".

En su tumba se encontró el cuerpo de una muchacha de 12 ó 13 años, que cerca de su cabeza tenía un jarrón roto que contenía lo que se creyó que era sangre seca. Posteriormente se trasladó su cuerpo en una caja de ébano forrada en seda y se entrego a la Iglesia, siendo el 10 de agosto de 1805 trasladados las reliquias a la parroquia de D. Francesco en Mugnano, donde se encuentra su Santuario.

En su juventud, la devota de Santa Filomena Pauline Jaricot, que le daba crédito por haberla sanado milagrosamente de su enfermedad al corazón, fundo tres asociaciones católicas: la Asociación del Rosario Viviente, la Sociedad para la Propagación de la Fe y la Asociación de la Santa Niñez. Las tres están dedicadas a la memoria de la Santa.

[editar] Historia

Una religiosa napolitana llamada Sor Luisa le pidió a Santa Filomena, a través de una oración, que le revelase parte de su vida. Luego, supuestamente recibió en sueños la información solicitada, que se resume en el siguiente relato:

Santa Filomena era la princesa de una ciudad estado localizada en la isla griega de Corfú, hija única de reyes cristianos que se bautizaron cuando Publio, su médico personal, les dijo que Dios les podía ayudar a tener el hijo que tanto deseaban pero, después de años de matrimonio, no podían concebir. A los 13 años de edad, Filomena viajó a Roma con sus padres cuando el emperador Diocleciano los hizo llamar para declararles la guerra formalmente; sin embargo, impresionado con la belleza y elegancia de la princesa, él les ofreció la paz si Filomena le era entregada como esposa. Los padres aceptaron, pero la hija rechazó el trato; no sólo estaba furiosa contra sus padres por haber sido ofrecida como un trofeo a los romanos sin que siquiera se le hubiera consultado, sino que ella había hecho un secreto voto de virginidad años antes y pensaba cumplirlo a cualquier precio.

Tras muchos esfuerzos inútiles por convencer a Filomena de que se casara con él y se convirtiera en su emperatriz consorte, Diocleciano ejecutó a sus padres por levantarse contra el Imperio Romano y la encarceló por más de un mes. Tras 37 días de prisión, Filomena fue sometida a diversas torturas (fue azotada, luego lanzada al río Tiber con un ancla amarrada a su cuerpo, y asaetada al menos dos veces), pero intervenciones divinas la salvaron una y otra vez de morir. Finalmente, cuando parte del bajo pueblo romano empezó a ponerse de su parte y protestó por su injusta prisión, Filomena fue acusada de brujería y decapitada.

[editar] Controversia y remoción de su día en el santoral católico

En 1961, justo antes del Concilio Vaticano II, muchos santos cuyas existencias no estaban suficientemente probadas y documentadas (como San Cristóbal y San Jorge de Capadocia) fueron removidos del santoral oficial. Este fue el caso de Santa Filomena, considerando los siguientes puntos:

• Los platos hallados en la tumba no sólo habían sido arreglados en orden incorrecto, sino que venían de una tumba más vieja y sólo fueron re-usados en la de Filomena;
• Ni estos signos ni el jarro hallado son prueba 100% fehaciente de martirio;
• El jarro no contenía sangre seca, sino que perfume; esto era común en los ritos cristianos de aquel tiempo, y no sólo se usaba en las sepulturas de los mártires;
• No habían pruebas históricas que ofrecieran evidencia de la existencia de Filomena; siendo que su leyenda involucraba nada menos que al mismo Diocleciano, no concordaba que no se hallase ninguna información sobre el incidente en las actas históricas de ese tiempo.

Aunque el día de Santa Filomena ya no se conmemora oficialmente, su culto no ha sido prohibido de manera oficial, y se la puede venerar todavía. De hecho, aún existen muchas iglesias dedicadas a ella, y hay diversas peticiones destinadas a rehabilitarla.

[editar] Representación

En la iconografía católica se retrata a Filomena como una adolescente de pelo largo y oscuro, vestida con túnica larga generalmente blanca o anaranjada, con hojas de palma (símbolo de martirio), flechas o un ancla en las manos, y una corona real o de flores en la cabeza.