Línea de alta velocidad

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Enlace de alta velocidad entre Londres y el Eurotúnel

Una Línea de alta velocidad o LAV, es una infraestructura para el transporte público sobre railes a velocidades superiores a los 200-220 km/h.

Tabla de contenidos

1 Características
2 Trazados en España
3 Notas
4 Véase también
5 Enlaces externos

[editar] Características

Los trazados de estas líneas requieren unas condiciones especiales, como un forjazo de hierro de al menos 60kg/m (UIC 60) para evitar deformaciones en los carriles y estos deben tener una soldadura continua y no únicamente en las juntas, de este modo se evita el traqueteo. Las curvas tienen que ser de radio alto para evitar fuerzas centrífugas que incomoden a los pasajeros, en los primeros trazados esta limitación era de curvas de un máximo de 4 kilómetros de radio, actualmente la limitación está en radios de 7 kilómetros para poder circular a velocidades de 350km/h, también debe haber balasto a más profundidad para que los carriles puedan soportar mejor las fuerzas y para mejorar la comodidad de los usuarios.

Otras carácterísticas son, la necesidad de túneles de mayor tamaño para evitar los cambios bruscos de presión al entrar en los túneles, la electrificación de la catenaria también debe estar a mayor tensión que los trazados convencionales, en el caso de las líneas españolas la tensión es de 25 kV 50 Hz CA, de este modo se pueden cubrir las necesidades energéticas de los trenes de alta velocidad, cercanas a los 9000 kW. Todo el recorrido debe estar vallado para evitar el paso de animales o personas, el trazado no debe tener de pasos a nivel, los puentes deben tener sensores para detectar si caen objetos en las vías.

En estos trazados, se pueden permitir pendientes mayores que en las líneas tradicionales, debido a elevado momento de inercia que poseen los trenes de alta velocidad, pudiendo ser de hasta 3.5% o incluso el 4%.

Además las líneas de alta velocidad deben de disponer de sistemas electrónicos de señalización en cabina, ya que para el maquinista es prácticamente imposible detectar las señales a partir de los 200 km/h, en los trazados LAV de españa se usan el sistema alemán LZB para la línea Madrid-Sevilla y el moderno ETCS, que permitirá unificar todos los sistemas de señalización en cabina europeos, en la línea Madrid-Zaragoza-Lérida.

Como curiosidad, en España las líneas convencionales tienen un ancho de vía de 1.668 mm, mientras que en el resto de Europa es de 1.435 mm. Esta diferencia ha generado históricamente complicaciones para las comunicaciones por tren entre España y Francia, solucionadas gracias a los sistemas de rodaduras desplazables inicialmente ideados por Talgo. Pero en los trazados de alta velocidad de España se utiliza el ancho internacional para solventar estos problemas, aunque esto sigue generando incompatibilidades para extender los trazados de las líneas de alta velocidad sobre las líneas convencionales como se hace en el resto de países. Actualmente algunos trenes de alta velocidad tienen bogies que permiten desplazar sus ruedas en unos intercambiadores sin interrumpir la marcha del tren. Aunque también se ha investigado el posible uso de vías con tres carriles y dos anchos^[1] pero los resultados no han sido muy satisfactorios.