Presidios de Toscana
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Presidios de Toscana, Italia (1557-1801)
Los Presidios de Toscana, eran unos territorios en la costa del Mar Tirreno en Italia, que tras la desaparición de la República de Siena en 1556 forman una entidad política dependiente sucesivamente de España, Austria y el rey Borbón de Nápoles hasta su desaparición en 1801.
[editar] Contexto Histórico
La Península Itálica, después de la desestabilización de finales del siglo XV, se convierte en el siglo XVI en el campo de batalla entre las monarquías hispánica y francesa. Aún siendo preeminente la posición de Carlos V frente a Francisco I, el territorio no logra una estabilización política y los enfrentamientos son constantes. La abdicación en 1555 de Carlos I, lleva a Felipe II al dominio sobre los territorios de Milán, Cerdeña, Nápoles y Sicilia, u a un nuevo planteamiento sobre la cuestión Itálica. Por medio del tratado de Cateaux-Cambresis de 1559 Enrique II de Francia cede la confrontación con España en Italia y se produce el reconocimiento por parte de aquella de la presencia Española en Italia. Por el tratado citado se reconoce asimismo el dominio español sobre los Presidios de Toscana, instituídos en 1557 por los Estados Pontificios y el Ducado de Toscana.
En la historia de los Presidios de Toscana, se pueden establecer cuatro fases bien diferenciadas. A) Periodo de la Presencia Española de 1557 a 1707 (150 años) B) Periodo de Dominación Austríaca, de 1707 a 1737 (30 años) C) Periodo de Dependencia del Rey Borbón de las Dos Sicilias, de 1737 a 1800 (63 años) D) Desaparición de los Presidios de Toscana e incorporación al reino de Etruria, de 1800 a 1801.
Origen de Los Presidios de Toscana, Marco Geográfico.
Los Presidios de Toscana comprendían los siguientes territorios y ciudades en Italia, todos ellos en la costa del Mar Tirreno: -Orbetello -Península de Argentario -Porto Azzurro -Isla de Elba
Numerosos Historiadores sitúan la creación de los Presidios de Toscana en la desaparición de la República de Siena. Esta fue consecuencia de la anteriormente citada lucha entre España y Francia por la supremacía y dominio en la Península Itálica.
La República de Siena, como parte del Imperio, queda sometida a Carlos V a su ascenso. Esta se revela de una importancia estratégica extraordinaria al canalizar el paso desde el Mediterráneo al Milanesado y el resto de Territorios Continentales del Imperio.