Productor cinematográfico
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En la industria cinematográfica, el productor es el encargado de los aspectos organizativos y técnicos de la elaboración de una película, complementando la actividad creativa del director. Está a cargo de la contratación del personal, del financiamiento de los trabajos y del contacto con los distribuidores para la difusión de la obra.
En muchos aspectos, su tarea se superpone estrechamente con la del director, en especial en el control del reparto y de la selección de los especialistas (director de fotografía, montajista, personal de efectos especiales, etc.) que colaborarán en la producción; estas atribuciones significaron que durante los primeros años de la industria cinematográfica de Hollywood el productor fuera en gran medida responsable de la estética y el contenido de sus productos. Un caso famoso fue el de Howard Hughes, quien ejerció un férreo control sobre los directores a quienes contrataba, aunque este tipo de relación fuera frecuente en el llamado sistema de estudios de Hollywood, vigente hasta fines de los años '50.
Con las crecientes necesidades de financiamiento y marketing provocadas por la renovación de la industria en los años '80, el productor ha vuelto a cobrar un papel importante, y algunos de ellos —como Jerry Bruckheimer— son figuras tan identificables como cualquier director por las características de sus producciones.
Un productor que no tiene a cargo aspectos técnicos, sino sólo legales y comerciales se denomina por lo general productor ejecutivo. Si su tarea se limita a algunos aspectos puntuales del proceso técnico o creativo, se lo llama co-productor.