Extranjerismo
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Un extranjerismo es una expresión lingüística tomada de un idioma extranjero y usada en la lengua propia. Se trata, por tanto, de una clase de neologismos. Los extranjerismos sufren una adaptación fónica y ortográfica más o menos fiel y se utilizan para suplir alguna necesidad de denominación que la lengua propia no ha cubierto todavía.
[editar] Clasificación por su origen
Al préstamo del latín sin apenas cambios se le denomina cultismo. Al préstamo tomado del francés, se le denomina galicismo; al del inglés, anglicismo; al del alemán, germanismo; al del griego, helenismo; al del italiano, italianismo; al del árabe, arabismo; al del holandés, neerlandismo; al del portugués, lusitanismo; al del catalán, catalanismo, al del gallego, galleguismo. Los extranjerismos son naturales entre todas las lenguas, que de esa manera se enriquecen y llenan sus vacíos de designación o pueden aludir así a objetos, costumbres o realidades nuevas, importadas o no naturalizadas en una cultura, por ejemplo el anglicismo strip-tease; pero cuando se introducen sin necesidad existiendo ya un término o términos para la realidad que se designa, la lengua de hecho se empobrece y desnaturaliza. Así, por ejemplo, se usa el anglicismo (o galicismo) chance cuando existen en castellano los sinónimos "oportunidad" o "posibilidad".
[editar] Clasificación por su forma
- Préstamo léxico: Se incorpora al idioma receptor la morfología y el significado de una palabra perteneciente a otra lengua extranjera. Esta adopción implica una adaptación de la pronunciación original y casi siempre de la representación ortográfica. Por ejemplo del inglés scanner al castellano escáner. De football a fútbol. De whisky a güisqui, aunque esta forma ortográfica no es muy usada. De jazz a /yas/ conservando la ortografía original. Si se reproduce respetando enteramente tanto su sonido como su escritura, se denomina xenismo.
- Préstamo semántico: Cuando una misma palabra existe en dos idiomas, y en la imitada posee un significado o acepción que en la otra no existe, y se copia esa acepción o significado en la lengua que no lo posee, se está realizando un préstamo semántico; así, por ejemplo, en "navegar" con la acepción de "ir por internet", que no poseía en español pero sí en inglés.
- Calco semántico: Se incorpora el significado de una palabra extranjera traduciéndola; por ejemplo, el kindergarten alemán se traduce por la expresión "jardín de infancia", o los franceses calcan la "olla podrida" española mediante su expresión pot pourrí, que a su vez vuelve al castellano como el préstamo léxico popurrí. Algunos calcos son auténticos barbarismos, es decir, calcos viciosos de construcciones o significados no naturalizados en el idioma que habría que evitar.
[editar] Evolución histórica de la introducción de extranjerismos
La introducción de extranjerismos suele y ha solido corresponder a distintas modas y épocas; durante los siglos de la invasión musulmana de la Edad Media española, por ejemplo, se incorporaron numerosos arabismos, así como galicismos a través del Camino de Santiago; durante el auge del Renacimiento, por el contrario, se añadieron no pocos italianismos relacionados con las artes; durante el Siglo de Oro, por el contrario, fueron los vocablos españoles los que pasaron a distintos idiomas con el nombre de hispanismos, e incluso algunos vocablos que se habían transvasado al español desde las lenguas indígenas recién descubiertas en América. Luego, con el auge de Francia y de todo lo francés en el siglo XVIII, se introdujeron en el castellano numerosos galicismos, relativos sobre todo a la burocracia, la moda y la gastronomía. En el siglo XIX, siglo de la ópera, se introdujeron numerosos términos musicales del italiano, y al auge tecnológico de la Revolución industrial en Inglaterra y Alemania correspondieron los tecnicismos germánicos e ingleses. Durante el siglo XX, por el contrario, la avalancha de anglicismos acreció a causa de la pujanza de los Estados Unidos, que se tradujo en los campos de la tecnología (la informática, sobre todo), la economía y el entretenimiento (cinematografía y deporte, sobre todo).
En el ámbito hispánico, sin embargo, hay que decir que la recepción de los extranjerismos por parte de las repúblicas hispanoamericanas y por parte de España ha sido muy diferente por los condicionantes de vecindad geográfica y cultural; así, por ejemplo, Hispanoamérica es especialmente susceptible a los anglicismos, mientras que España es particularmente proclive a los galicismos y dentro de la misma España, Castilla es permeable a los catalanismos, galleguismos y vasquismos.