Pedro Pablo Ramírez

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Pedro Pablo Ramírez

Gobernante de facto, autotitulado presidente
Mandato:	7 de junio de 1943 24 de febrero de 1944
• Predecesor:	Arturo Rawson
• Sucesor:	Edelmiro Farrell
Nacimiento:	La Paz (Entre Ríos), 1884
Fallecimiento:	Buenos Aires, 1962

Pedro Pablo Ramírez (La Paz (Entre Ríos), 1884-Buenos Aires, 1962) fue un militar argentino, que ejerció de facto la presidencia de la Nación entre 1943 y 1944.

Ramírez era teniente en 1911 cuando se incorporó al ejército alemán; lucharía en ese bando durante la Primera Guerra Mundial. A su regreso a la Argentina, completó su carrera en la Escuela de Guerra.

El golpe de Estado de septiembre de 1930 contra Hipólito Yrigoyen lo incluyó entre los hombres más activos del movimiento. Jefe del Servicio de Informaciones del Estado Mayor del general José Félix Uriburu, había participado de manera destacada en los preparativos del golpe. Uriburu lo enviaría a Italia como agregado militar.

El 17 de noviembre de 1942, el presidente Ramón Castillo lo designó Ministro de Guerra en reemplazo del general Tonazzi, un partidario del general Agustín Pedro Justo, a quien Castillo temía por sus veleidades golpistas. Ramírez pertenecía al Grupo de Oficiales Unidos (GOU), un grupo fuertemente nacionalista y filonazi, que se opuso a la candidatura del aliadófilo Robustiano Patrón Costas a la presidencia. Aprovechando la hostilidad que el autoritario Castillo despertaba, Ramírez participó en el golpe del 4 de junio de 1943; tras un interregno de dos días, durante el cual Arturo Rawson estuvo al mando, Ramírez asumió de facto la presidencia de la Nación. Nadie dudaba de su simpatía hacia las potencias del Eje.

Su política interna fue dura; pocos días después de asumir dejó de emplear el rótulo provisional en la descripción pública del gobierno, desengañando así a quienes habían saludado el golpe como la antesala de un retorno al orden democrático interrumpido en la Década Infame. Declaró públicamente que la tarea de su gobierno era "renovar el espíritu nacional y la conciencia patria" y "dar contenido ideológico argentino al país entero", y comenzó un proceso de persecución de los movimientos obreros, sindicales y comunistas, ordenando la detención de numerosos dirigentes del Partido Comunista, a los que encarceló u obligó a exiliarse. Disolvió el Congreso y los gobiernos de provincia, y ordenó un régimen de austeridad presupuestaria que satisfizo rápidamente a la oligarquía empresarial y financiera.

En el plano ideológico, el gobierno de Ramírez buscó desandar el proceso de laicización comenzado ya por la generación del '80; nombró al ultracatólico filonazi Gustavo Martínez Zuviría como ministro, disolvió la Federación Universitaria y los partidos políticos, reimpuso la enseñanza religiosa en escuelas y colegios, e implantó una severa censura en la prensa, prohibiendo, entre otros medios, la estadounidense TIME (el 29 de noviembre de 1943), que había criticado duramente su neutralidad para con el Eje. El 14 de octubre dictaminó la veda radiofónica del lunfardo, por considerarlo criminal y moralmente repugnante; las letras de tangos debieron modificarse para su transmisión pública. Bajo su auspicio se creó también la Policía Federal Argentina.

La represión de la actividad sindical y el nombramiento de Jorge Santamarina en Hacienda satisficieron a los inversores; además, el 10 de agosto de 1943 Ramírez decretó la constitución de la primera sociedad mixta industrial, prevista en la ley que estableció la Dirección General de Fabricaciones Militares bajo el gobierno de Castillo. Industrias Químicas Nacionales se fundó para la explotación de las minas de azufre en la provincia de Salta. Por el lado financiero, se creó el Fondo de Crédito Industrial, que proporcionaba financiamiento barato a largo plazo para el sector industrial. Parte de la estrategia económica provenía del titular de la recientemente creada Secretaría de Trabajo y Previsión, el coronel Juan Domingo Perón —uno de los principales ideólogos del GOU— que desarrolló a través de sus contactos con los sindicatos el apoyo popular que el régimen reaccionario requería. En octubre de 1943, el general Edelmiro Farrell fue designado vicepresidente de la República, reteniendo también el Ministerio de Guerra.

El 26 de enero de 1944, Ramírez presionado rompió relaciones con Alemania y Japón; la abrupta decisión se vio motivada por la presión del gobierno de los Estados Unidos, al que la persistente implicación del Eje en los gobiernos sudamericanos preocupaba, máxime desde el golpe de Estado auspiciado por los sectores filonazis en Bolivia. El escándalo en los sectores nacionalistas fue grave, y Martínez Zuviría presentó su dimisión; otros miembros del GOU acusaron públicamente a Ramírez de provocar la entrada de Argentina en el conflicto.

El descontento contra Ramírez precipitó los acontecimientos. Creyéndose fuerte, Ramírez, enterado de que se tramaba destituirlo, decidió exigirle a Farrell su alejamiento del Ministerio de Guerra. Farrell pareció aceptar la orden. Pero sus partidarios neutralizaron a Ramírez encarando —en una asamblea de jefes militares— su destitución, que finalmente se produjo hacia febrero de 1944. Se retiró de la cida pública después de esto, y falleció en 1962.