Teófilo Stévenson
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión actual de este artículo. En la página de discusión puede consultar el debate al respecto.
Este artículo o sección necesita ser wikificado con un formato adecuado a las convenciones de estilo de Wikipedia.
Por favor, edítalo para cumplir con ellas. No elimines este aviso hasta que lo hayas hecho. ¡Colabora wikificando!
Teófilo Stévenson Lawrence: Historia de una leyenda.
Este cubano, nacido el 29 de marzo de 1952 en el seno de una familia humilde, en la provincia de Las Tunas, fue el primogénito del matrimonio formado por el inmigrante oriundo de la isla antillana de San Vicente, Teófilo Stévenson Pearson, y la cubana Dolores Lawrence. Desde pequeño sufrió la dura realidad que vivía el pueblo cubano antes del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, a causa de la cual vio a su padre convertirse en boxeador rentado, para lograr subsistir en aquellos tiempos.
[editar] Historia deportiva
El pequeño Teófilo, al ver a su padre pelear en un ring de boxeo, quiso seguirle los pasos, pero necesito la ayuda de su padre, pues su madre, no quería ver a su muchacho recibir golpes en un ring. ¡Que bien hizo el viejo Teófilo al interceder por su hijo¡
El primer entrenador del joven Teófilo, fue John Herrera, quien fuera amigo cercano de su padre. Herrera le enseño su estilo, el mismo que lo había llevado a ganar las fajas de los completos por allá por la década de los años 40.
El joven Teófilo tuvo su primer combate a los 14 años en la ciudad de Las Tunas en 1966, donde peleó en la división de los 70 kilogramos y enfrentó al experimentado Luis Enríquez, quien derrotó al inexperto Teófilo.
Tras varias satisfactorias incursiones en las categorías juveniles, ganó el título nacional en el año 1968, pero un año después perdió frente al experimentado Gabriel García, en la discusión por la medalla de oro de la división de pesos completos, en el Torneo Playa Girón.
Su ingresó a la élite del boxeo cubano lo logró gracias al entrenador soviético Andréi Chervonenko, quien supo percatarse de las excepcionales condiciones que presentaba el pugilista cubano. ¡Que bien hizo el experimentado técnico
A partir del año 1970 comienza el reinado de Teófilo Stévenson, en las arenas del boxeo nacional, y un año más tarde obtiene la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia, al ser derrotado por el estadounidense Duane Bobbick, conocido por La esperanza blanca. Pero 12 meses más tarde Stévenson tendría su desquite al vencerlo en los Juegos Olímpicos de Munich, Alemania, donde el púgil cubano se erigió como monarca absoluto de los pesos completos y recibió la copa al pugilista más destacado de los juegos.
El excepcional desempeño del boxeador cubano a lo largo de su carrera lo llevó a ostentar todos los títulos de la AIBA (Asociación Internacional de Boxeo Amateur) y a ser el primer cubano en convertirse en campeón olímpico por tres veces consecutivas en una misma división: Munich-72, Montreal-76 y Moscú-80. 0tro excepcional logro fue obtener tres coronas en Campeonatos Mundiales: La Habana-74, Belgrado-78 y Reno-86. Además ejerció un dominó casi pleno tanto en Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe, como en los más prestigiosos certámenes de Europa y Asia.
En sus 20 años como boxeador, 14 de los cuales los pasó como estrella indiscutida, tuvo que enfrentar a muchos boxeadores de calidad, pero el más difícil de todos fue el soviético Igor Visotski, quien lo derrotó en dos ocasiones, sin que pudiera lograr el desquite.
Después de una formidable actuación en el Mundial de Reno, Estados Unidos, en 1986, Teófilo decide retirarse del boxeo activo. Su despedida fue un acontecimiento nacional, ocurrido en la ciudad de Las Tunas en julio de 1988, en ocasión de celebrarse el torneo internacional Giraldo Córdova Cardín y la inauguración de la sala polivalente Leonardo McKenzie Grant, símbolo del desarrollo deportivo de esta joven provincia oriental. Fue una gran despedida, para quien fue y es uno de los más grandes boxeadores de todo el siglo XX.
Stévenson, quien fuera seleccionado varias veces como el Mejor Deportista de América Latina en la encuesta anual de Prensa Latina e incluido en los mejores del siglo XX en nuestro país; trabaja actualmente, con su entusiasmo característico, en la Federación Cubana de Boxeo y es vicepresidente de la Comisión Nacional de Atención a Atletas.
La grandeza de Stévenson no se puede medir solo por sus glorias deportivas, sino que su grandeza deportiva se complementa con una ejemplar trayectoria como ser humano y como digno representante de su pueblo al cual honró y respetó siempre, y al cual, pese a las millonarias ofertas ofrecidas por los mercaderes del boxeo profesional, nunca abandonó.
