Clúster (música)

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Un clúster o clúster tonal (del inglés cluster: racimo de notas) es realmente un acorde musical compuesto de semitonos cromáticos consecutivos distintos: por ejemplo, las notas do, do♯, re, re♯, mi y fa, sonando al mismo tiempo. Variantes del clúster tonal son acordes de tonos distintos diatónicos o pentatónicos tocados a la vez (en el piano, por ejemplo, un acorde creado al presionar a la vez un grupo teclas negras). Los clúster tonales también pueden ser acordes secundarios. En los verdadores clúster, las notas suenan y se mantienen completas y sincrónicamente, distinguiéndose de los adornos como las acciaccaturas y otras semejantes. En el contexto de la música clásica europea, los clúster tienden a sonar muy disonantes.

[editar] Historia

Si bien se pueden encontrar ejemplos esporádicos en tiempos tan lejanos como 1700, no fue antes de la segunda década del siglo XX que asumieron un lugar reconocido en la tradición de la música clásica europea. "Alrededor de 1910," escribe Harold C. Schoenberg, "Percy Grainger causaba un revolvimiento por clúster en obras tales como Gumsuckers march." Pronto, el radical pianista Leo Ornstein comenzó a emplear cosas similares. A mediados de los años 1910, Ornstein tocó en público la que aparece como la primera composición en la música occidental que integró verdaderos clústers: Wild Men's Dance (Danse Sauvage o Danza de los hombres salvajes, 1913-1914).[2] Al mismo tiempo, Charles Ives compuso una obra que se convirtió en el más famoso clúster individual en el segundo movimiento de la Sonata Concord (1911-1915, publ. 1920), un acorde simple y gigantesco en el piano, que requiere una barra de madera de casi quince pulgadas de largo para tocarse. Con este extraordinario ejemplo, la mayoría de las composiciones para piano que incorporan clústers entonces y ahora piden a los ejecutantes el uso de sus propios dedos, manos, o brazos.

La figura seminal en promover este recurso armónico fue Henry Cowell, cuya pieza Dymamic Motion para piano (1916), compuesta a los diecinueve años, ha sido descrito como la "probablemente primera pieza donde se usaron acordes de segundas independientemente de extensión y la variación musical." Cowell escribió otra pieza para piano solo al año siguiente, The Tides of Manaunaun (Las mareas de Manaunaun, 1917, no 1912 como a menudo se dice erróneamente), que demostraría ser su obra más popular y la composición más responsable de establecer al clúster como elemento significativo en la música clásica occidental. Considerado por algunos como una técnica pianística esencialmente al azar, o más amablemente, como una aproximación aleatorio, Cowell explicó que la precisión es requerida en la escritura y la ejecución de clústers no menos que en otros recursos musicales:

Los clústers... en el piano [son] escalas de notas completas usadas como acordes, o al menos tres notas contiguas en una escala usadas como acorde. Y, ocasionalmente, si estos acordes exceden el número de notas que usted puede tocar con los dedos de su mano, puede ser necesario tocar estos con la palma de la mano o incluso con todo el antebrazo. Esto no se hace con la visión de intentar crear una nueva técnica para el piano, aunque lleve realmente a eso, sino porque ésta es la única forma práctica de tocar semejantes inmensos acordes. Debería ser obvio que estos acordes son exactos y que uno practicará diligentemente para tocarlos con la deseada calidad de sonido y hacerlos con una naturaleza absolutamente precisa.

Durante los años 1920 y 30, Cowell viajó mucho por Norteamérica y Europa, tocando sus propias obras experimentales, muchas construidas en torno a los clústers. Además de The Tides of Manaunaun, Dynamic Motion, y sus cinco "encores" —What's This (¿Qué es esto?, 1917), Amiable Conversation (Conversación amable, 1917), Advertisement (Advertencia, 1917), Antinomy (Antinomia, 1917, rev. 1959); frecuentemente mal llamada Antimony - Antimonio), y Time Table (La table del tiempo, 1917) — estas incluyen The Voice of Lir (1920), Exultation (1921), The Harp of Life (El arpa de la vida, 1924), Snows of Fujiyama (Nieves del Fujiyama, 1924), Lilt of the Reel (1930), y Deep Color (Color profundo, 1938).

El compositor más renombrado que se inspiraría directamente de las demostraciones de Cowell de los clústers fue Béla Bartók, que solicitó el permiso de Cowell para emplear el método. La Sonata para piano (1926) de Bartók y la suite Out of Doors (1926), sus primeras obras significativos después de tres años en los cuales compuso poco, usan clústers. También, Aaron Copland había compuesto sus Three Moods (aka Trois Esquisses; 1920-21) para piano - su nombre era un evidente homenaje a una pieza de Ornstein - en la inlcuye un clúster con molto fortissimo.

Los clústers tienen un rol mayor no sólo en posteriores obras para piano, sino también en importantes composiciones para conjuntos mayores. El Treno para las víctimas de Hiroshima para 52 instrumentos de cuerda (1959) de Krzysztof Penderecki, ha sido descrito como "variaciones sobre un clúster." En 1961, György Ligeti escribió quizás el clúster más grande - en Atmosphères para orquesta, cada nota de la escala cromática en una gama de cinco octavas se tocan a la vez (pero suavemente). Los clústers también han sido empleados por varios artistas de jazz, particularmente en el campo del free jazz. Cecil Taylor, por ejemplo, los ha utilizado extensivamente como parte de su método improvisacional desde los mediados de los años 1970. Desde sus principios, el rock and roll ha hecho uso de clústers, si bien generalmente de manera deliberada - más famoso, con la técnica pianística Jerry Lee Lewis en los años 1950, que implicaba el uso de los puños, los brazos, los pies que saltan, y el derrière. Compositores y arreglistas como Duke Ellington, Thad Jones, Nelson Riddle y Bob Brookmeyer han utilizado clústers en forma variada para la música comercial.

[editar] Referencias

Anderson, Martin (2002). Notas al pie en Leo Ornstein: Piano Music (Hyperion 67320). (Clarificación de la datación de Suicide in an Airplane.) Fragmento en línea en Sleeve Notes—Ornstein Piano Music

Bartok, Peter, Moses Asch, Marian Distler y Sidney Cowell (1963). Notas al pie en Henry Cowell: Piano Music (Folkways 3349); revisado por Sorrel Hays (1993) (Smithsonian Folkways 40801). (Descripción de Dynamic Motion: pág. 14 [despaginado].)

Corozine, Vince (2002). Arranging Music for the Real World: Classical and Commercial Aspects. ISBN 0786649615. (Uso comercial: pág. 11.)

Cowell, Henry (1993 [1963]). "Henry Cowell's Comments: The composer describes each of the selections in the order in which they appear." Pista 20 de Henry Cowell: Piano Music (Smithsonian Folkways 40801). (Explicación de los clústers: 12:16–13:14.)

Hicks, Michael (2002). Henry Cowell, Bohemian. Urbana: University of Illinois Press. (Datación correcta de obras tempranas: págs. 80, 85.)

Lichtenwanger, William (1986). The Music of Henry Cowell: A Descriptive Catalogue. Brooklyn, N.Y.: Brooklyn College Institute for Studies in American Music. (Datación correcta: passim.)

Pollack, Howard. (2000 [1999]) Aaron Copland: The Life and Work of an Uncommon Man. Urbana and Chicago: University of Illinois Press. (Three Moods de Copland y Ornstein: pág. 44.)