Lenguas romances
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Las lenguas romances o lenguas románicas son lenguas que proceden del latín vulgar (entendido en el sentido etimológico de "popular", 'hablado por el pueblo', como opuesto al latín clásico y literario); por lo tanto se trata de lenguas indoeuropeas.
Estas lenguas se hablaban o se siguen hablando en un territorio que recibe el nombre de Romania, y que cubre en su mayor parte el sur europeo del antiguo imperio romano; los términos "romano/a" y "Romania" proceden efectivamente del adjetivo latino romanus: se consideraba que sus hablantes empleaban una lengua tomada de la de los romanos, por oposición a otras lenguas presentes en los territorios del antiguo Imperio, como el fráncico en Francia, lengua de los francos perteneciente a la familia de las lenguas germánicas.
El primer escrito en que se encuentra el término romano, de una forma u otra, se remonta al sínodo de Tours, en el año 813. Es a partir de ese sínodo en que se considera que la primera lengua vulgar se separa del latín, y se designa en efecto como una lengua aparte. Se trata de una forma de proto-francés, que recibe el nombre de romana lingua o roman. No obstante, en los Cartularios de Valpuesta, hay un texto anterior que data del año 804, y está escrito en castellano muy antiguo.
La evolución del latín vulgar hacia las lenguas romances se fecha grosso modo de la siguiente manera:
- entre 200 a.C. y 400 aproximadamente: diferentes formas de latín vulgar.
- entre 500 y 600: estas formas comienzan a distinguirse entre sí.
- a partir de 800: se reconoce la existencia de las lenguas romances.
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[editar] Del latín clásico al latín vulgar
[editar] Algunos tipos de modificaciones fonéticas propias del latín vulgar
A propósito del latín vulgar, cabe reseñar que los romanos vivían en situación de diglosia: la lengua de cada día no era el latín clásico, el latín de los textos literarios o sermo urbanus (el 'discurso urbano', es decir, refinado) se encontraba estancado por la gramática (como ya lo estaba el sánscrito en la misma época en India), sino una forma distinta aunque cercana, en un proceso de desarrollo más libre, el sermo plebeius ('discurso plebeyo'). Parece ser que el latín clásico no se limitaba a un empleo libresco, sino que lo hablaban las clases sociales elevadas, mientras que el sermo plebeius era la lengua del pueblo llano, los comerciantes y los soldados. Sin posibilidad de acceder al estatus de lengua literaria, el latín vulgar nos es conocido sobre todo por la fonética histórica, citas y críticas pronunciadas por los hablantes de un latín literario, así como por numerosas inscripciones, registros, cuentas y otros textos corrientes. Por otra parte, el Satyricon de Petronio, una especie de «novela» escrita probablemente en el primer siglo de nuestra era y que fue pasando por los entornos marginales de la sociedad romana, es un testimonio importante de esta diglosia: según su categoría social, los personajes se expresan en una lengua más o menos próxima al arquetipo clásico.
Entre los textos que han censurado las formas juzgadas decadentes y erróneas, hay que destacar el Appéndix Probi http://www.ling.upenn.edu/~kurisuto/germanic/appendix_probi.html una especie de compilación de «errores» frecuentes recopilados por un tal Probus que data del siglo III de nuestra era. Son estas formas, y no sus equivalentes en latín clásico, las que se encuentran en el origen de las palabras utilizadas en las lenguas romances. He aquí algunos ejemplos de «faltas» citadas por Probus (según el modelo A non B, '[diga] A, no B'), clasificadas aquí según el tipo de evolución fonética y acompañadas de comentarios que permiten señalar las principales diferencias entre el latín clásico y el latín vulgar. No es posible ser exhaustivo en la materia e incluir referencias a todas las diferencias entre el latín clásico y el vulgar, pero el Appéndix Probi puede constituir una introducción pertinente sobre el asunto:
- 1. cálida non calda, másculus non masclus, tábula non tabla, óculus non oclus, etc.
- Estos ejemplos muestran que las vocales post-tónicas o las pre-tónicas se volvían mudas. En efecto, las palabras latinas se acentúan cálida, másculus, tábula y óculus, y la vocal siguiente era breve. Este enmudecimiento prueba también que el acento tonal del latín clásico se volvió acento de intensidad en latín vulgar (pues un acento tonal no habría tenido influencia alguna sobre las vocales átonas del entorno). Se reconocen en esta lista los ancestros de caldo, macho, tabla y ojo, notándose la evolución ya descrita.
- 2. vínea non vinia, sólea non solia, láncea non lancia, etc.
- Se ve en este pasaje que en latín vulgar de /e/ breve ante vocal se vuelve semiconsonante /j/ (la inicial de yate) ; el fenómeno es denominado consonantización y consiste, tras consonante, en la palatalización; estas consonantes palatalizadas (que pueden provenir de otras fuentes), son importantes en la evolución de las lenguas románicas a causa del déficit que el latín tenía en cuanto a sonidos palatales, desequilibrio que al cabo originó la transformación de gran parte de las consonantes primitivas del latín, por obra de este elemento palatal denominado genéricamente yod. Esta transformación explica por qué se obtiene, por ejemplo, viña (con /nj/ ante /a/, señalada en las lenguas románicas por distintas grafías: el dígrafo gn en francés y en italiano, ny en catalán, ñ en castellano y en gallego, nh en portugués y occitano, etc.).
- 3. auris non oricla.
- Probo observa en este ejemplo numerosos fenómenos: en primer lugar, la monoptongación o reducción de antiguos diptongos: /au/ monoptonga en /o/, y en latín vulgar /ae/ lo hace en /e/ abierta, del mismo modo que /oe/ pasa a /e/ cerrada. Después, el uso de un sufijo diminutivo -culus agregado a la raíz auris ('oreja'), da lugar a auricula, 'pequeña oreja'. En efecto, el empleo de diminutivos en latín vulgar es frecuente. Por otra parte, se echa de ver la caída de la /u/ breve tras vocal acentuada, y el encuentro entre /k/ y /l/ da lugar al grupo /k'l/ y a la aparición de un nuevo fonema consonántico, la /x/ velar fuerte del castellano o jota de oreja.
- 4. auctor non autor.
- Se destaca aquí una simplificación o reducción de grupos consonánticos; así, /kt/ pasa a /t/, dando autor en castellano y catalán, y auteur en francés; por lo mismo, /pt/ pasa a /t/ (septem, scriptum, ruptum), que evolucionaron en siete, escrito y roto.
- 5. rivus non rius, sibilus non sifilus.
- El sonido /w/ del latín o wau, señalado por la letra u (o v en las ediciones modernas) ha evolucionado de maneras diversas, sea ensordeciéndose hasta la desaparición entre vocales (ri(v)us, que da río en castellano, pa(v)or que da peur en francés o paura en italiano), o en espirante bilabial sonora después reforzada en /v/ (en la mayoría de las lenguas románicas); /p/ y /b/ en posición intervocálica han conocido la misma suerte, lo que explica que sibilus dé sifilus, sabiendo que /f/ no es ya más que la variante sorda de /v/; así se explica siffler en francés (de sibilare, que se vuelve sifilare y luego siflare) o el francés savoir (de sapere, luego sabere, savere; el castellano saber muestra, por su ortografía, que ha permanecido en el estado intermedio, etc).
- 6. pridem non pride.
- Este último ejemplo (la lista no es nada exhaustiva, lejos de ello) muestra que /m/ al final de palabra no se pronuncia ya (lo que incluso sucede en latín clásico: la escansión del verso latino lo prueba fácilmente). Este enmudecimiento es, entre otros, el origen de la desaparición del mecanismo de las flexiones; las lenguas románicas no utilizan, en efecto, ya las declinaciones latinas y optan por utilizar preposiciones que nacieron como un sistema auxiliar y poco a poco fueron sustituyendo a la flexión.
Esta lista no es exhaustiva y sería necesario abordar la cuestión de la diptongación "panromana" (que conocen todas las lenguas románicas) y señalar qué número de vocales se han generado como consecuencia de las diptongaciones secundarias.
[editar] Transformaciones en profundidad del sistema morfosintáctico
[editar] Sistema nominal
La caída de la /m/ final, consonante que se la encuentra a menudo en la flexión, crea entonces una ambigüedad: Romam se pronuncia como Roma, no se puede saber si el término está en el nominativo, en el acusativo o en el ablativo. Así, las lenguas románicas tienen que utilizar preposiciones para evitar tal ambigüedad. Antes de decir Roma sum por «yo estoy en Roma» o Roma(m) eo por «yo voy a Roma», hubo que expresar esas dos frases por sum in Roma y eo ad Roma. En este aspecto, conviene recordar que si ya, en latín clásico, desde la época imperial, la /m/ al final de palabra se omitía, Roma sum y Roma(m) eo no podían ser confundidas: en el ablativo (Roma sum), la /a/ final es larga; sin embargo es breve en acusativo: así se pronunciaba /rōmā/ para el primero, /rōmă/ para el segundo. El latín vulgar, no obstante, no utiliza más el sistema de cantidades vocálicas: ambas formas son un tanto ambiguas.
En un mismo movimiento, los adverbios y las preposiciones simples son a veces reforzadas: ante, «antes», ya no basta; hay que poner ab + ante en vulgar para explicar el francés avant, el castellano antes y el occitano avans, o bien in ante para el rumano înainte, etc.; igualmente avec proviene de apud + hoc, dans de de intus, etc. El caso límite parece ser alcanzado con el francés aujourd'hui, noción que se decía simplemente hodie en latín clásico. El término francés se analiza en à + le + jour + de + hui, donde hui viene de hodiē (que se lo encuentra en castellano, hoy, en occitano, uèi, en italiano, oggi, en romanche, hoz o en valón, oûy). El compuesto aglutinado resultante es, en consecuencia, redundante, ya que significa término a término: «en el día de hoy» (en francés au jour d'aujourd'hui). Ciertas lenguas conservadoras, entretanto, han mantenido adverbios y preposiciones simples: el castellano con y el rumano cu vienen de cum, igualmente que en castellano o în rumano son heredados de in. Se ve también este fenómeno con los términos simples heredados de hodiē
De lengua flexional a la sintaxis ágil (el orden de los términos no cuentan enormemente para el sentido sino principalmente para el estilo y el énfasis), el latín vulgar llegó a ser un conjunto de lenguas, que utilizaban muchas preposiciones, en las cuales el orden de los términos es fijo: si es posible decir en latín Petrus Paulum amat o amat Petrus Paulum o Paulum Petrus amat o aún amat Paulum Petrus para querer decir que 'Pedro ama a Pablo', esto no es posible en las lenguas románicas, que han abandonado más o menos rápidamente las declinaciones; así, en castellano 'Pedro ama a Pablo' y 'Pablo ama a Pedro' tienen un sentido opuesto, sólo el orden de los términos indican quién es sujeto y quién es objeto. Cuando las lenguas románicas mantuvieron un sistema de declinaciones, éste se ha simplificado y se limita a aquellos casos (con excepción del rumano): lo que ocurre en antiguo francés y en antiguo provenzal, que no poseen más que dos, el caso sujeto (heredado del nominativo) y el caso objeto (proveniente del acusativo), para todo lo que no sea sujeto. En francés, casi siempre, el caso sujeto desapareció; los nombres actuales heredados del francés antiguo son entonces todos del antiguo caso objeto y, por lo tanto, de antiguos acusativos; se lo puede constatar con un simple ejemplo:
Latín clásico | Francés antiguo | Francés | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
singular | plural | singular | plural | singular | plural | ||||
nominativo | murus | muri | caso sujeto | murs | mur | — | — | ||
acusativo | murum | muros | caso objeto | mur | murs | mur | murs |
El rumano, sin embargo, conserva un sistema flexional que funge con tres casos sincréticos: caso directo (nominativo + acusativo), caso oblicuo (genitivo + dativo) y vocativo. Estos casos se distinguen principalmente cuando el nombre está marcado por el artículo definido. En caso contrario, tienen tendencia a ser confundidos.
Otros puntos merecen ser señalados: Primero, excluyendo el rumano y el asturiano (que lo mantiene para sustancias incontables, como agua, fueya (hojarasca)), los tres géneros, masculino, femenino y neutro, son reducidos a dos por la eliminación del neutro; así, el término latino folia, nominativo y acusativo neutro plural de folium, «hoja», es reinterpretado como un femenino: Es el caso, por ejemplo, en castellano, donde se vuelve hoja, más también en francés, bajo la forma feuille, en italiano foglia, romanche föglia, valón fouye, portugués folha, catalán fulla, occitano fuèlha, etc., todos términos femeninos. Además, las lenguas románicas desarrollaron un sistema de artículos determinados, desconocidos en latín clásico. Así, en castellano, el y la provienen respectivamente de los pronombres y adjetivos demostrativos ille e illa (más un neutro lo < illud); igualmente en italiano para il y la (así como lo < illum), en francés para le y la de los demostrativos illum e illa respectivamente, etc. El rumano se distingue por ser la única lengua románica en la cual el artículo va postpuesto: om, «hombre», om-ul, «el hombre». Los artículos indeterminados, por su parte, provienten simplemente del numeral unus, una (y unum en el neutro), que, en latín, habrían podido servir con este uso.
Finalmente, el sistema del adjetivo es revisado: Mientras que los grados de intensidad eran marcados por sufijos, las lenguas románicas no se servían más que de un adverbio delante del adjetivo simple, ya sea magis (que devino en más en castellano, mai en occitano y en rumano, mais en portugués, més en catalán, etc.) ya sea plus (più en italiano, plus en francés, pus en valón, plu en romanche, etc.): Así, para decir más grande (comparativo de superioridad) en latín clásico era suficiente grandior; en castellano hace falta más grande, en italiano più grande, etc. Igualmente, el superlativo el más grande se decía grandissimus en latín clásico, pero el más grande e il più grande en esas mismas lenguas.
[editar] Sistema verbal
Las conjugaciones latinas se modificaron profundamente, principalmente por la creación de tiempos compuestos: así nuestro he cantado, francés j'ai chanté, occitano ai cantat o catalán he cantat vienen de un habeo cantatu(m) vulgar, que no existe en latín clásico. El uso de verbos auxiliares ser y haber, es notable: el latín ya usaba ser en su conjugación, pero no de forma tan sistemática como en las lenguas romances que han generalizado su uso para crear un juego completo de formas compuestas respondiendo a las formas simples. Generalmente las formas compuestas marcan el aspecto finalizado de la acción.
Un modo nuevo aparece, el condicional (atestiguado por primera vez en una lengua romance en la Secuencia de Santa Eulalia, construido a partir del infinitivo (a veces modificado) seguido de las desinencias del imperfecto: vivir + -ía da viviría en castellano, gallego y portugués, así vivrais en francés, viuriá en occitano, viuria en catalán. A notar algunas de las modificaciones de la raíz: haber + ía > habría y no *habería o devoir + ais > devrais y no *devoirais. De igual forma, el futuro clásico es abandonado por una formación comparable a la del condicional, es decir, el infinitivo seguido del verbo haber (o precedido, como en el caso sardo): así cantare habeo ("yo he de cantar") da cantaré en castellano y catalán, cantarai en occitano, cantarei en gallego y portugués, je chanterai en francés, etc.
La forma pasiva se elimina a favor de un sistema compuesto que ya existía en latín (cantatur, "es cantado", en latín clásico se convierte en est cantatus, que en latín clásico significa "ha sido cantado"). Finalmente, algunas conjugaciones irregulares (como la volle en francés "vouloir") son rectificadas, aunque muchas mantienen su carácter irregular en las lenguas romances, y los verbos deponentes dejan de ser utilizados.
[editar] El léxico del latín vulgar
El latín vulgar y el latín clásico no difieren solamente en aspectos fonológicos y fonéticos, sino también por el léxico; las lenguas romances, de hecho, no usan más que en proporción variable el vocabulario clásico. A menudo se retienen términos populares, eliminando los propios de la lengua más culta.
Algunas palabras latinas han desaparecido completamente y han sido reemplazadas por su equivalente popular: caballo, equus en latín clásico, pero caballus ("penco"; palabra, quizás, de origen celta) en latín vulgar. La palabra se encuentra en todas las lenguas romances: cheval en francés, caval en occitano, cavall en catalán, cabalo en gallego, cal en rumano, cavallo en italiano, tchvå en wallón, chavagl en romanche, etc.
Por otra parte, si ciertos términos clásicos han desaparecido, no siempre han sido reemplazados necesariamente por la misma palabra en latín vulgar. El término culto para "hablar" es loqui en latín clásico, sustituido por:
- parabolare (palabra tomada de la liturgia cristiana y de origen griego; literalmente "hablar con parábolas"): francés parler, italiano parlare, catalán y occitano parlar, etc. ;
- fabulare (literalmente: "fabular") : castellano hablar, gallego y portugués falar, sardo faedhàre, etc.
Finalmente, algunas lenguas romances continuaron usando las formas clásicas, mientras otras llamadas menos "conservadoras", se sirvieron de las formas vulgares. El ejemplo empleado tradicionalmente es el del verbo "comer":
- latín clásico edere: se encuentra en forma compuesta y por lo tanto menos "noble" en castellano, gallego y portugués comer (de comedere) ;
- latín vulgar manducare (literalmente "masticar"): en francés manger, occitano manjar, italiano mangiare, catalán menjar, o en rumano a mânca, por ejemplo.
[editar] Las razones de la diversidad de las lenguas romances
La evolución fonética natural de las lenguas, a la cual el latín naturalmente no escapó, explica en gran parte las importantes diferencias entre algunas lenguas romances. A este proceso también se añade la diversidad léxica de lo que se denomina latín vulgar: el tamaño del Imperio Romano y la ausencia de una norma literaria y gramatical resultaron en una lengua vernácula no fijada.
De modo que cada zona del imperio utilizó un sabor particular del latín vulgar (se debería incluso decir "de los latines vulgares"), como se ha visto más arriba, una lengua prefiriendo un término para decir "casa" (latín casa en español, catalán, italiano, siciliano, portugués, rumano), otra lengua prefiriendo un término diferente (mansio para el mismo sentido en francés maison) y otra prefiriendo el término "domo" (en latín domus en sardo), por ejemplo.
A estas dos razones se añade la presencia de substratos: lenguas habladas inicialmente en una zona y recubiertas por otra, no dejando más que trazas dispersas, tanto en el vocabulario como en la gramática o en la pronunciación en la lengua de llegada. Así, el substrato galo en francés deja unas ciento ochenta palabras como braies, char o bec y estaría en el origen del paso del sonido /u/ (de loup) latín a /y/ (de lune).
Naturalmente, la influencia del galo no se limitó solamente a Francia: el portugués o los dialectos de la Italia del norte, por ejemplo, han tomado algunos términos. Igualmente algunos estudiosos consideran que un idioma que sirvió de sustrato para las lenguas ibero-romana fue el vasco, que posiblemente aportó al cambio /f/ al /h/ al inicio de las palabras en castellano (el latín farina se convirtió en "harina"), y palabras como "izquierda" (vasco ezkerra).
O incluso el etrusco para el dialecto italiano de la Toscana, que le debería su gorgia toscana, es decir, la pronunciación de los sonidos /k/ como /h/ (inglés home) o /χ/ (alemán Bach; castellano Jota). Hay que notar que tanto la teoría del substrato vasco como la del etrusco están desacreditadas actualmente.
Finalmente, el superestrato también ha jugado un papel importante en la diferenciación de las lenguas romances: son las lenguas de pueblos, que habiéndose instalado en un territorio, no han conseguido imponer su lengua. Sin embargo, esas lenguas dejan trazas importantes. El superestrato fráncico (es decir, germánico) en Francia es importante; el vocabulario medieval está lleno, sobre todo en el dominio de la guerra y de la vida rural (así adouber, flèche, hache, etc., pero también framboise, blé, saule, etc., e incluso garder y sorprendentemente trop.
El francés actual cuenta varias centenas de palabras heredadas así de lenguas germánicas. También el español tiene palabras heredadas en este caso del gótico (de los visigodos) u otras lenguas germánicas; palabras como "guerra" o las ya vistas en francés "adobar", "flecha", "hacha", "frambuesa", "guardar", incluso nombres como "Federico" o "Hernando". Pero en español el superestrato que más se nota es el árabe: de esa lengua provienen más de 4000 palabras, entre las que hay topónimos y compuestos. La característica más remarcable es el mantenimiento casi sistemático del artículo árabe en la palabra, en cuanto que las demás lenguas romances que han tomado prestado la misma palabra se han desembarazado de él a menudo.
Así algodón (opuesto al francés cotón, catalán cotó), del árabe al quṭun, algarroba (francés caroube, catalán garrofa), de al harūbah o también aduana (francés douane, catalán duana), de ad dīwān (que también da diván).
Finalmente el rumano debe a las lenguas eslavas del entorno el vocativo, algunos términos léxicos así como procesos de palatalización y velarización diferentes de las demás lenguas romances.
Se puede dar aquí los resultados de un estudio realizado por M. Pei en 1949, que compara el grado de evolución de las diversas lenguas respecto a su lengua madre; para las lenguas romances más importantes, si sólo se consideran las vocales tónicas, se obtiene, respecto al latín, los siguientes coeficientes de evolución:
- sardo: 8 %;
- italiano: 12 %;
- castellano: 20 %;
- rumano: 23,5 %;
- occitano: 25 %;
- portugués: 31 %;
- francés: 44 %.
Así es posible ver con facilidad el grado de variabilidad del conservadurismo de las lenguas romances. La más próxima del latín fonéticamente (considerando únicamente las vocales tónicas) es el sardo, la más alejada, el francés. Este estudio es orientativo pero refleja una realidad verdadera, aunque puede conducir a errores. Por ejemplo, la variedad vocálica del francés, de la edad Media a la actualidad se ha reducido, no habiendo por ello una "desevolución" del idioma, y el español en lugar de cambiar el timbre vocálico ha desarrollado una serie de diptongos que distinguen entre las antiguas vocales breves del latín y las largas. Respecto a otros aspectos de las lenguas, como por ejemplo el léxico, el rumano, es el que más se ha distanciado del latín.
[editar] Lista de lenguas romances
Las lenguas romances se clasifican en varios grupos, y cada uno puede a su vez comprender varios dialectos. Cabe notar que la elección de uno de estos dialectos como lengua oficial suele obedecer a razones políticas. Sea como sea, las lenguas romances forman un continuum de numerosas lenguas cuyas diferencias mutuas son en ocasiones mínimas, pero la lista siguiente se limitará a mostrar las lenguas más conocidas (entre paréntesis, el nombre en la propia lengua y año de su primera atestiguación conocida):
[editar] Lenguas ibero-romances
- Castellano (principios del s. IX: Cartularios de Valpuesta): una de las lenguas oficiales de España, conocida también como español. Oficial en la mayor parte de los países de Latinoamérica.
- Portugués (português, s. XII): lengua oficial de Portugal. Proveniente del gallegoportugués medieval.
- Gallego (galego, s. XII): lengua cooficial de Galicia junto con el castellano. Proveniente del gallegoportugués medieval (el portugués y el gallego eran una misma lengua durante la Edad Media surgida en el s. IX).
- Astur-Leonés (astur-llionés, s. X: Nodicia de kesos): lengua hablada en el Principado de Asturias y también de forma minoritaria en zonas de Castilla y León. Una variante, el mirandés, es oficial en Miranda del Duero (Portugal), el castúo, hablado en el noroeste de Extremadura o el montañés del occidente de Cantabria.
[editar] Pirenaico-Mozárabe
- Aragonés (s.VIII): lengua hablada en el norte de Aragón
- Mozárabe (lengua muerta)
[editar] Italiano
Italiano (italiano; s. IX): con una gran cantidad de dialectos (más de doscientos). El toscano florentino, promovido por Dante en el siglo XIII constituye la base de la lengua oficial italiana. Aunque tienen según varios autores categoría de lenguas y no sólo de dialectos el ligur (o zeneize), el piamontés, el lombardo, el véneto (todas las antemencionadas forman parte del conjunto de las lenguas galo-italianas); el napolitano (o campanio) y el calabrés, encontrándose por su parte subdivididos en dialectos y subdialectos. En cuanto al monegasco y al nizardo (nizzardo, nizard o niçois) son lenguas transicionales entre el italiano y el dialecto sudoriental del occitano llamado provenzal, las cuales a partir de la segunda mitad del s XIX han sufrido un fuerte influjo del francés, también ha sufrido un fuerte influjo francés el dialecto italiano llamado corso por ser propio de Córcega.
[editar] Idioma dalmático
Lengua dalmática, lengua muerta que se hablaba en algunas ciudades costeras de Dalmacia (costa de la actual Croacia). Tiene dos dialectos conocidos:
- Vegliota (veklisu), en el norte, que se extinguió en 1898.
- Ragusano, en el sur, desaparecido en el siglo XV.
[editar] Lenguas galo-romances
- Francés (français, s. IX, Juramento de Estrasburgo): lengua con gran variedad dialectal perteneciente al grupo de las lenguas de oïl y lengua oficial de Francia y cooficial en Bélgica, Suiza y otros países. Es una evolución de varios dialectos hablados alrededor de París, el dialecto francés más diferenciado en la actualidad es el walón o valón (esto si no se cuentan las lenguas creoles como las de Haití).
- Valón (walon, hacia los ss. XII y XIII): hablado principalmente en Bélgica, donde es considerada lengua regional.
- Picardo (cht'i, hacia los ss. XII y XIII): hablado en los departamentos de Nord-Pas-de-Calais y Picardía (Francia), así como en el oeste de Valonia (Bélgica). En Valonia se considera lengua regional.
- Normando (en sus distintos dialectos)
-
-
- Guernesiano, semejante al yerseiano, hablado en la isla de Guernesey.
-
[editar] Lengua franco-provenzal
Lengua franco-provenzal (francoprovenzal o arpitan, s. XIII, Méditations de Marguerite d'Oingt), conjunto de lenguas repartidas entre Italia (Valle de Aosta, Piamonte), Suiza más exactamente en la Suiza Romandia (cantones de Friburgo, Valais, Vaud y Ginebra y sur del cantón del Jura), Francia (Lyon, Saboya y sur del Franco Condado), se cree que el franco-provenzal es una mezcla entre lenguas de oïl y lenguas de oc. Está en vías de extinción.
[editar] Lenguas occitano-romances
- Catalán (català, finales del s. XII), lengua cooficial en Cataluña (España) junto con el castellano, se habla en dicha comunidad autónoma, en la Comunidad Valenciana (donde adopta el nombre de Valenciano) y en las Islas Baleares, así como en una pequeña región de Murcia, conocida como el Carxe (donde el catalán no es oficial), Andorra (donde es la única lengua oficial), Pirineos Orientales (Francia) y Alguer (Cerdeña). Tiene varios dialectos.
- Occitano (occitan o lenga d'òc, finales del s. X), término que abarca un conjunto de dialectos llamados lengua de oc —principalmente el nor-occitano (lemosín, auvergnat o auvernés, borgoñón y vivaro-alpin), el medio-occitano (languedocien o langüedociano, provenzal) y el gascón- y conocidos en Francia con el nombre despectivo de patois (patuá).
[editar] Lenguas reto-romances
- Dialectos romanches (rumantsch): sursilvano, sutsilvano, surmirano, puter y vallader forman los cinco dialectos escritos, se hablan en Suiza (en el cantón de los Grisones), en la actualidad el número de hablantes de todos estos dialectos reunidos apenas frisa las 35.000 personas.
[editar] Rumano
Rumano (română ; atestiguaciones parciales en el s. XII, a. completa en el s. XV): lengua de la antigua provincia romana de Dacia cortada del resto de la llamada Romania. El superestrato eslavo tiene relativamente poca relevancia y el rumano se asevera como una lengua bastante conservadora. Se considera que posee cuatro dialectos:
- Daco-rumano, generalmente denominado rumano. Es la lengua oficial de Rumanía y Moldavia y lengua cooficial en Voivodina (Serbia). Se divide en:
- Moldavo, en el norte.
- Valaco, en el sur.
- Transilvano, en el oeste.
- Istrorumano, hablado en Istria (en vías de extinción).
- Meglenorumano (o meglenita), hablado en Macedonia y algunas aldeas del norte de Grecia
- Macedorumano (o arrumano), hablado principalmente en Albania, Serbia, Macedonia y Tesalia (Grecia).
[editar] Sardo
Sardo (sardu o limba sarda, s. XI), hablado en Cerdeña. Es una de las lenguas romances más conservadoras, lo que se puede explicar dado su aislamiento geográfico. Ha conocido numerosos superestratos, entre los cuales el catalán y el castellano son los más relevantes. Se distinguen varios dialectos:
- Campidanesu, variante lingüística del sur
- Logudoresu, variante lingüística del norte
- Nugoresu. variante lingüística del centro
el logudorés constituye la lengua de la mayoría de las obras literárias del siglo XX.
las dos últimas variantes lingüísticas tienen muchos aspectos en común respecto a la primera.
por ejemplo la palabra PLACER
Log. Piaghere /Piaguere/ Nug. Piakere Camp. Praxeri /prajeri/ el grafema J como en francés en las palabras jamais o je
Articulos masculinos y femeninos, singulares y plurales
Log. Su; Sa; Sos; Sas (El; La; Los; Las) Nug. Su; Sa; Sos; Sas Camp. Su; Sa; Is
La palabra VOZ
Log. Boghe /bogue/ Nug. Boke Camp.Boxi donde x se lee como la j de jamais o je en francés
La palabra AGUA
Log. Aba Nug Aba Camp. Acua
la palabra CUATRO
Log. Bàtoro Nug. Bàtoro Camp. Cuatru
La palabra LENGUA
Log. Limba Nug. Limba Camp. Lingua
[editar] Siciliano
Siciliano (sicilianu o u sicilianu, hablado en Sicilia, Salento y Calabria). Es una lengua romance que tiene muchas influencias del griego, del árabe, del francés, provenzal, catalán y del español, del alemán y del latín. Este porque Sicilia ha sido siempre tierra colonizada y encrucijada de los principales pueblos mediterraneos. No obstante esto, el idoma tiene sustrato y palabras derivantes de antiguos pueblos como los sicanos (no indoeuropeos), siculos y elimos. Se distinguen tres dialectos fundamentales:
- Siciliano Occidental, en Sicilia
- Calabro, en la parte sur de Calabria
- Salentino, en la parte este de Apulia
[editar] Ejemplos para comparar
Latín | Catalán | Francés | Italiano | Normando Jèrriais | Portugués | Occitano Provenzal | Rumano | Sardo | Siciliano | Castellano |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Mela / pomum | Poma | Pomme | Mela | Poumme | Maçã / Pêro | Poma | Măr [1] | Mèla | Pumu | Manzana |
Bracchium | Braç | Bras | Braccio | Bras | Braço | Braç | Braţ | Bràtzu | Vrazzu | Brazo |
Sagitta | Fletxa | Flèche [2] | Freccia | Èrchelle | Flecha / Seta | Sageta | Săgeată | Fritza | Fileccia | Flecha / Saeta |
Lectus | Llit | Lit | Letto | Liet | Leito / Cama [3] | Lièch | Pat [4] | Létu | Lettu | Lecho / Cama |
Nigrum | Negre | Noir | Nero | Nièr | Preto [5] / Negro | Negre | Negru | Niéddu | Nivuru | Negro |
Liber (Librum) | Llibre | Livre | Libro | Livre | Livro | Libre | Carte [6] | Líberu | Libbru | Libro |
Pectus | Pit | Poitrine | Petto | Estonma | Peito | Piept | Pétus | Pettu | Pecho | |
Feles | Gat | Chat [7] | Gatto | Cat | Gato | Cat | Pisică [8] | Bàtu | Jattu | Gato |
Sella | Cadira | Chaise [9] | Sedia | Tchaîse | Cadeira [10] | Cadièira | Scaun [11] | Cadíra | Seggia | Silla |
Frigus | Fred | Froid [12] | Freddo | Fraid | Frio | Freg | Frig | Frítu | Friddu | Frío |
Vacca | Vaca | Vache | Mucca [13] / Vacca | Vaque | Vaca | Vaca | Vacă | Baca | Vacca | Vaca |
Dies | Dia | Jour [14] | Giorno | Jour | Dia | Jorn | Zi | Díe | Jornu | Día |
Mortuus | Mort | Mort | Morto | Mort | Morto | Mort | Mort | Mórtu | Mortu | Muerto |
Morior | Morir | Mourir | Morire | Mouothi | Morrer | Morir | (a) Muri | Mòrrere | Muriri | Morir |
Familia | Família | Famille | Famiglia | Famil'ye | Família | Familha | Familie | Familia | Famigghia | Familia |
Digitus | Dit | Doigt | Dito | Dé | Dedo | Det | Deget | Dídu o pòddighe | Jitu | Dedo |
Flos (Florem) | Flor | Fleur | Fiore | Flieur | Flor | Flor | Floare | Flore | Ciuri | Flor |
Dono | Donar | Donner | Dare | Donner / Bailli | Dar | Donar | (a) Da | Donare | Dari | Dar |
Eo | Anar | Aller | Andare | Aller | Ir | Anar | (a) Merge | Andare | Jiri | Ir |
Aurum | Or | Or | Oro | Or | Ouro | Aur | Aur | Òro | Oru | Oro |
Manus | Mà | Main | Mano | Main | Mão | Man | Mână | Mànu | Manu | Mano |
Altus | Alt | Haut | Alto | Haut | Alto [15] | Aut | Înalt | Altu | Autu | Alto |
Domus | Casa | Maison [16] | Casa [17] | Maîson | Casa | Casa | Casă | Dómo | Casa | Casa |
Ego | Jo | Je | Io | Eu | Ieu | Eu | Dèo | Iu / Ju | Yo | |
Atramentum | Tinta | Encre | Inchiostro | Encre | Tinta [18] | Tencha | Cerneală [19] | Tínta | Inga | Tinta |
Januarius | Gener | Janvier | Gennaio | Janvyi | Janeiro | Genièr | Ianuarie | Bennàrzu | Jinnaru | Enero |
Sucus | Suc | Jus | Succo | Jus | Suco / Sumo | Suc | Suc | Sutzu | Sucu | Jugo |
Clavis (Clavem) | Clau | Clé | Chiave | Clié | Chave | Clau | Cheie | Jàe | Chiavi | Llave |
Homo (Hominem) | Home | Homme | Uomo | Houmme | Homem | Òme | Om | Ómine | Omu | Hombre |
Luna | Lluna | Lune | Luna | Leune | Lua | Luna | Lună | Lúna | Luna | Luna |
Nox (Noctem) | Nit | Nuit | Notte | Niet | Noite | Nuèch | Noapte | Note | Notti | Noche |
Vetus | Vell | Vieux [20] | Vecchio | Vyi | Velho | Vièlh | Vechi [21] / Bătrân [22] | Bètzu [23] | Vecchiu | Viejo |
Unus | Un | Un | Uno | Ieune | Um | Un | Unu | Unu | Unu | Un / Uno |
Pirum | Pera | Poire | Pera | Paithe | Pêra | Pera | Pară | Píra | Piru | Pera |
Ludo | Jugar | Jouer [24] | Giocare | Jouer | Jogar | Jogar | (a se) Juca | Jogare | Jucari | Jugar |
Anelus | Anell | Anneau | Anello | Anné / Bague | Anel | Anèl | Inel | Anéddu | Anneddu | Anillo |
Flumen | Riu | Fleuve | Fiume | Riviéthe [25] | Rio [26] | Riu | Râu [27]/ Rîu [28] | Riu | Ciumi | Río |
Consuo | Cosir | Coudre | Cucire | Couôtre | Coser | Cóser | (a) Coase | Cosire | Cùsiri | Coser |
Nix (Nivem) | Neu | Neige | Neve | Né | Neve | Nèu | Nea / Zăpadă [29] | Níe | Nivi | Nieve |
Capio | Agafar | Prendre [30] | Prendere | Prendre | Tomar / Colher [31] / Agarrar | Préner | (a) Lua [32] | Pigare o leare [33] | Pigghiari | Tomar[34] |
Ille | Aquell | Quel [35] | Quello | Chu | Aquele | Aquel | Acel/Acela | Cussu o cuddu | Chiddu | Aquél |
- | el/la/ho | le/la [36] | il(lo)/la | lé/la | o/a | lo/la | -ul/-a | su/sa [37] | lu/la (u/a) | el/la/lo |
Jacio | Llençar | Jeter | Gettare | Pitchi | Lançar / Atirar [38] | Lançar [39] | (a) Arunca [40] | Betare | Jiccari | Lanzar / Echar /Tirar |
dies Jovis | Dijous | Jeudi | Giovedì | Jeudi | Quinta-feira [41] | Dijòus | Joi | Joya | Jovidìa | Jueves |
Arbor | Arbre | Arbre | Albero | Bouais | Árvore | Arbre | Arbore / Pom [42]/ Copac [43] | Àrvure | Àrvuru | Árbol |
Duo | Dos/Dues | Deux | Due | Deux | Dois / Duas | Dos | Doi | Dúos / Duus / duas | Dui | Dos |
Urna | Urna | Urne | Urna | Urna | Urnă | Úrna | Urna | Urna | ||
Vox (Vocem) | Veu | Voix | Voce | Vouaix | Voz | Votz | Voce | Boghe | Vuci | Voz |
Ubi / Unde / Quo | On | Où | Dove | Ioù / Où'est | Onde / U [44] | Ont | Unde | ue / aundi | Unni | Donde |
Albus | Blanc | Blanc [45] | Bianco | Blianc | Branco | Blanc | Alb | Àlbu / biancu | Vrancu / jancu | Blanco |
Quis / Quæ | Qui | Qui | Chi | Tchi | Quem | Quau | Cine | kie / kini | Cu | Quien |
Mundus | Món | Monde | Mondo | Monde | Mundo | Mond | Lume [46] | Mundu | Munnu | Mundo |
Flavus ( también se usa esta palabra para el color ligeramente rosado) | Groc | Jaune [47] | Giallo | Jaune | Amarelo [48] | Jaune | Galben | Grogu | Giarnu | Amarillo |
[editar] Otros ejemplos
Omnes homines dignitate et iure liberi et pares nascuntur, rationis et conscientiae participes sunt, quibus inter se concordiae studio est agendum.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Tous les êtres humains naissent libres et égaux en dignité et en droits. Ils sont doués de raison et de conscience et doivent agir les uns envers les autres dans un esprit de fraternité.
Tutti gli esseri umani nascono liberi ed eguali in dignità e diritti. Essi sono dotati di ragione e di coscienza e devono agire gli uni verso gli altri in spirito di fratellanza.
Todos os seres humanos nascem livres e iguais em dignidade e em direitos. Dotados de razão e de consciência, devem agir uns para com os outros em espírito de fraternidade.
Tots els éssers humans neixen lliures i iguals en dignitat i en drets. Són dotats de raó i de consciència, i han de comportar-se fraternalment els uns amb els altres.
Occitano Auvergnat
Ta la proussouna neisson lieura moé parira pà dïnessà mai dret. Son charjada de razou moé de cousiensà mai lhu fau arjî entremeî lha bei n'eime de freiressà.
Occitano Langue d'oc
Totes los èssers umans naisson liures e egals en dignitat e en dreches. Son dotats de rason e de consciéncia e se devon comportar los unes amb los autres dins un esperit de fraternitat.
Picardo
Tos lès-omes vinèt å monde lîbes èt égåls po çou qu'èst d' leû dignité èt d' leûs dreûts. Leû re°zon èt leû consyince elzî fe°t on d'vwér di s'kidûre inte di zèle come dès frès
Nascinu tutti l'omi libari è pari di dignità è di diritti. Pussedinu a raghjoni è a cuscenza è li tocca ad agiscia trà elli di modu fraternu.
Tolos seres humanos nacen llibres y iguales en dignidá y drechos y, pola mor de la razón y la conciencia de so, han comportase hermaniblemente los unos colos otros.
Tódolos seres humanos nacen libres e iguais en dignidade e dereitos e, dotados como están de razón e conciencia, díbense comportar fraternalmente uns cos outros.
Totu sos èsseres umanos naschint lìberos e eguales in dinnidade e in deretos. Issos tenent sa resone e sa cussèntzia e depent operare s'unu cun s'àteru cun ispìritu de fraternidade.
Toate fiinţele umane se nasc libere şi egale în demnitate şi în drepturi. Ele înzestraţe cu raţiune şi conştiinţă şi trebuie să se comporte unii faţă de altele în spiritul fraternităţii.
Tuots umans naschan libers ed eguals in dignità e drets. Els sun dotats cun intellet e conscienza e dessan agir tanter per in uin spiert da fraternità.
Tos lès-omes vinèt-st-å monde lîbes, èt so-l'minme pîd po çou qu'ènn'èst d'leu dignité èt d'leus dreûts. I n'sont nin foû rêzon èt-z-ont-i leû consyince po zèls, çou qu'èlzès deût miner a s'kidûre onk' po l'ôte tot come dès frés.
Ducj i oms a nassin libars e compagns come dignitât e derits. A an sintiment e cussience e bisugne che si tratin un culaltri come fradis.